La inspección llevada a cabo en el abastecimiento de Corme-Porto, en Ponteceso, con motivo de la contaminación del agua, ha revelado que la traída estaba enganchada al tanque de tormentas de aguas residuales, según el informe de la concesionaria del servicio. Este podría ser el motivo de la presencia de bacterias contaminantes que ha ocasionado un brote de gastroenteritis en la zona, pero todavía no se ha constatado, pues, según indicaba ayer el Ayuntamiento, "esto no determina a priori que sea la causa del problema del agua".

Según el informe, la red de abastecimiento de aguas en dicha caseta "no dispone de válvula antriretorno ni en la red interior de la propia caseta", lo que quiere decir que no existe elemento de cierre que evite "la contaminación de las aguas de abastecimiento con algún tipo de virus o bacteria que se encuentre en la red de aguas residuales". Hasta que no se confirme el origen exacto del brote, el Concello aconseja no beber agua de la traída.