"De alguna formase tiende a representar a las personas con autismo como robóticas o carentes de emociones, y eso obviamente no es verdad", destaca el actor Freddie Highmore, protagonista de la serie The Good Doctor, poco antes de estrenarse la tercera entrega. "Eso es lo que me emociona de esta temporada: realmente profundizar en cómo Shaun experimenta el amor", desvela en una conversación con un grupo de periodistas el británico, aún vestido de cirujano, en los extensos estudios de grabación de la serie a las afueras de Vancouver, en la costa oeste de Canadá.

Highmore vuelve así a la pequeña pantalla española el próximo 8 de octubre en el canal AXN de la mano del particular Shaun Murphy, el joven y brillante cirujano que sufre autismo, lo que complica sus interacciones tanto en el hospital como fuera de él. En esta ocasión, Murphy no solo se enfrenta a complicados diagnósticos y casos médicos, sino a un acontecimiento que puede provocar quebraderos de cabeza a cualquiera: el inicio de una relación sentimental. "Es una nueva oportunidad excitante para ver y enfocarse en otro lado de Shaun. Esto es algo que siente todo el mundo", comenta Highmore.

Aunque las tramas amorosas suelen avanzar a la velocidad de la luz en la televisión y el cine, el autismo de Shaun permite que The Good Doctor examine los pormenores de una relación, y todos esos momentos clave a la que otras producciones dedican contados segundos.

"Nos hace disfrutar y fijarnos en las cosas sencillas, los pequeños momentos que Shaun está experimentando por primera vez y que él siente como trascendentales", explica. Por ejemplo, señala, la segunda temporada se cierra con un episodio centrado en el hecho de que Shaun reúne el valor para proponerle una cita a otra de las doctoras del hospital en el que trabaja, Carly Lever. "En otro show con un personaje distinto, es una idea que se habría tratado por encima, hubiera sido una parte pequeña de una escena, pero definitivamente no el cierre de una temporada entera", razona.