El término fotodepilación define un tipo de depilación que utiliza la energía de la luz para eliminar de manera definitiva la raíz del pelo. Su mecanismo de acción se fundamenta en la melanina, un pigmento presente en su composición, que da color al pelo y es capaz de absorber la energía lumínica transformándola en calor que se concentra en la raíz y destruye las células productoras sin dañar otras estructuras. La melanina también está en la piel, por lo que la eficacia del tratamiento dependerá de que el color del pelo sea más oscuro que el de ésta. Durante el verano, la cantidad de melanina presente en la piel aumenta, por lo que el momento idóneo para empezar el tratamiento de fotodepilación sería después del verano, ya que la piel pasará un largo periodo sin exponerse al sol.

El único vello que no se puede eliminar con la fotodepilación es el vello rubio o canoso ya que carece de melanina. En este caso se recomienda la depilación eléctrica, cuyo mecanismo se basa en la aplicación de una corriente eléctrica que destruye el bulbo piloso. Consulta al especialista para que te indique cuál es la mejor opción para ti.

De manera general, puede realizarse con equipos que emiten luz láser (término muy habitual por su extraordinaria popularización) o Luz Pulsada Intensa (conocido como IPL). Ambos sistemas están ampliamente desarrollados y probados en cuanto a su efectividad y seguridad, pero es importante conocer sus características. La distinción entre ambos se centraría en el tipo de luz emitida. La luz se diferencia, fundamentalmente, por la dirección de emisión y su color o longitud de onda (que es la profundidad a la que actúa). Así:

-La luz láser es una luz unidireccional (se mueve en línea recta) y monocromática (un solo color que actúa a una gran profundidad) por ello es una luz más específica, limitada a tratar un color de pelo en un determinado color de piel. Trabaja concentrando toda la luz en un punto lo que conlleva el aumento del calor puntual a enorme profundidad y genera mayor agresión de la piel que la recibe.

-La última tecnología que se ha desarrollado es la luz pulsada intensa o IPL que emite una luz multidireccional (se mueve en varias direcciones) y policromática (varios colores con varias longitudes de onda que actúan a diferentes profundidades) lo que permite tratar diferentes colores de pelo en distintos colores de piel, pudiendo aplicarse eficazmente incluso en pieles bronceadas. Trabaja expandiendo la luz, actuando sobre el vello a cualquier profundidad y minimizando la agresión que recibe la piel.

Las ventajas de la fotodepilación son numerosas y destacaríamos que:

- Trata el exceso de vello, ya sea por causas hormonales, genéticas o las relacionadas con el consumo de ciertos medicamentos.

- Reduce problemas de hirsutismo (aumento del vello en las mujeres en zonas típicamente masculinas) actuando como coadyuvante del tratamiento pautado por el médico. Es un problema demasiado frecuente y que afecta a quienes lo padecen. El propio médico suele recomendarla en casos concretos en los que su aplicación consigue resultados sorprendentes.

- Elimina la foliculitis (inflamación del folículo piloso por el enquistamiento del vello) que resulta muy incómoda y antiestética. No suelen producirse cuando se utiliza esta técnica depilatoria porque su mecanismo de acción no lo permite.

- Resulta adecuada para personas con problemas circulatorios (en quienes otras técnicas los agravan) y para pieles sensibles (que sufren reacciones adversas al aplicar otras técnicas depilatorias) ya que minimiza los efectos que genera la aplicación de esas técnicas.

- Puede realizarse a cualquier edad, siendo preferible haber pasado el desarrollo hormonal. Los menores requieren el consentimiento de su tutor legal para poder someterse a la fotodepilación.

Elige un centro que cumpla todas las garantías sanitarias marcadas por la legislación. Es imprescindible que la técnica la aplique un profesional y con los aparatos adecuados para ello. Estos requerimientos resultan indispensables para conseguir que el proceso se realice en las mejores condiciones y con los mejores resultados.

No acudas a las cabinas de bronceado tras realizarla o, si lo haces, cubre la zona tratada. Tampoco pienses que una única sesión será suficiente. Normalmente deberá repetirse de manera periódica según te indiquen en el centro.