El 41,4% de los hogares monoparentales de Galicia se encuentran en riesgo de exclusión social y dependen de mujeres en el 85% de los casos, según destaca un estudio realizado por la Fundación Adecco sobre la situación de las unidades monoparentales en la Península.

En total, la comunidad cuenta con alrededor de 133.300 viviendas de este tipo, que representan el 12,3% de los hogares gallegos. De ellas, 113.400 dependen de mujeres y 19.900 de hombres.

Este estudio, publicado por esta fundación este jueves, destaca que a pesar de que "la familia prototípica" siga siendo "el modelo con mayor peso" (34%), los hogares monoparentales han crecido en el último año un 2% hasta alcanzar, en el conjunto de España, el 10,1% del total.

Para la entidad, resulta especialmente relevante que las familias monoparentales estén "sobrerrepresentadas" en los índices de riesgo de exclusión social. En este sentido, asegura que existe un "triple factor de vulnerabilidad": ser mujer, la gran carga económica y emocional no compartida y el estigma social que acarrea su situación.

En concreto, la tasa de pobreza de los hogares gallegos se sitúa en el 23%, sin embargo, para los hogares monoparentales asciende al 41,4%, aunque se mantiene 6,5 puntos por debajo de la media nacional.

Datos estatales

Respecto al resto del Estado, el estudio refleja que en el último año se han registrado 1.878.500 de este tipo de unidades familiares. El 82 por ciento de estos hogares está encabezado por mujeres (1.538.200 frente a los 340.100 hogares encabezados por hombres).

Por comunidades autónomas, el estudio señala que las familias monoparentales presentan mayor riesgo de pobreza en Ceuta (89%), Extremadura (80%) y Andalucía (69%).

La Fundación Adecco ha subrayado que la transmisión de la pobreza afecta a los niños que nacen y se crían en un hogar con escasos bienes materiales y con ingresos reducidos, "aumentando la dificultad de salir de dicha situación".

En este sentido, ha destacado que resulta "fundamental" apostar por medidas que protejan a estas familias para que así se desvincule la monomarentalidad de la vulnerabilidad y exclusión a la que son relegadas por falta de apoyos, "sobre todo en una sociedad en máximos de envejecimiento que, paradójicamente, debería apoyar la maternidad de quienes la afrontan en solitario".

Empleo y conciliación

El 36,9 por ciento de las mujeres encuestadas están en desempleo, mientras que casi un 47,7 por ciento se encuentra empleada. Una vez encuentran empleo, la conciliación resulta determinante para poder compatibilizar la vida laboral y personal, sobre todo en el caso de las familias monomarentales pues "son muchas las que aseguran que el mayor problema no es tanto el acceso al empleo sino mantenerlo debido a las necesidades que tienen".

En concreto, el 55 por ciento ha asegurado encontrar dificultades para encontrar una jornada laboral adecuada y que se ajuste a sus responsabilidades familiares. "Las mujeres con responsabilidades no compartidas suelen acceder a empleos de baja cualificación y jornada parcial pues priorizan la flexibilidad y el horario antes que las funciones a desempeñar", ha manifestado la consultora de Fundación Adecco Isabel Pérez.

Por otro lado, las encuestadas han afirmado estar insatisfechas con los siguientes aspectos de su vida: Ocio con amigos (55%), tiempo personal (54%), calidad del sueño (45%) o relación familiar (30%). Además, un 67 por ciento ha asegurado que todas estas cuestiones afectan a la calidad de su trabajo remunerado.

Ante este escenario y dada la "carga mental y del hogar" que tienen la mayoría de estas mujeres al regresar después del trabajo, Fundación Adecco ha defendido que resulta "crucial" apostar por medidas de conciliación y flexibilidad para que el empleo "funcione como freno de la exclusión o pobreza".