Viven un 13% más que su congéneres y con mejor salud, sufren menos de obesidad y cáncer. Son unos ratones cuyos telómeros „extremos de los cromosomas„ son más largos de lo habitual gracias a la intervención de un equipo español de científicos, que no recurrió a la manipulación genética. Los telómeros, una estructura que protege los extremos de los cromosomas para salvaguardar la integridad de la información genética contenida en el ADN, tienen una relación directa con el envejecimiento pues se van acortando a lo largo de la vida, de manera que en los organismos más viejos son más cortos.

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España (CNIO), encabezados por su directora, María Blasco, publicaron un estudio en la revista Nature Communications sobre estos ratones con un cien por cien de telómeros hiperlargos, a los que se ha retrasado el envejecimiento. Pero lo más relevante es que el estudio demuestra que "con solo alargar los telómeros, sin alterar ningún gen, es suficiente para vivir más" con mejor salud, explica Blasco. Este resultado apoya la idea de que a la hora de determinar la longevidad "los genes no son lo más importante", señala la jefa del Grupo de telómeros y telomerasa del CNIO. Este equipo desarrolló hace unos años una terapia génica para crear ratones en los que solo una parte de sus células procedían de células embrionarias con telómeros hiperlargos, por lo que su buena salud y mayor media de vida no podía atribuirse en exclusiva a esa característica. Ahora, los científicos lograron roedores con el cien por cien de los telómeros más largos de lo habitual, con lo que "todo rasgo peculiar es atribuible a este fenómeno". Y esas peculiaridades son muchas: tienen menos cáncer y son más longevos, son más delgados de lo normal porque acumulan menos grasa, muestran un menor envejecimiento metabólico, con niveles más bajos de colesterol y LDL (grasa mala), y una mejor tolerancia a la insulina y la glucosa.

Además, el daño en su ADN a medida que envejecen es menor y tienen una mejor función de las mitocondrias, "otro de los talones de Aquiles del envejecimiento".