El fútbol le gusta desde siempre. Con apenas dos o tres años ya le daba patadas al balón y a los 11 jugaba federada. Eso sí, lo tuvo que hacer en un equipo masculino ya que no había ninguno femenino en A Coruña, su ciudad natal. Tras un breve paso por el fútbol sala durante su adolescencia, Miriam Ríos fichó por el Orzán y ahora es la capitana del Deportivo Abanca, con lo que ha cumplido "un sueño". La coruñesa, que también ejerció como árbitra, será una de las ponentes del eWoman Coruña que organiza este periódico y se celebrará el próximo día 24 en el hotel Meliá María Pita. Allí contará cómo ha sido su experiencia personal en un mundo, el del fútbol, en el que durante años ser mujer parecía un hándicap para poder dedicarse a este deporte.

Juega al fútbol desde niña. ¿Ha tenido más dificultades por ser mujer?

Es cierto que cuando comencé a jugar federada tuve que hacerlo en un equipo masculino porque no había femenino en la ciudad, pero dentro del equipo no tuve ningún problema, ni con los compañeros ni con el entrenador. Lo mismo con mis compañeros árbitros o el año antes de entrar en el Deportivo que por cuestiones de horario entrenaba con los modestos del Orzán y nunca tuve problemas. Igual al principio se sorprenden, pero luego ya lo tratan y lo ven con normalidad.

¿Nunca un mal comentario en el que se aluda al hecho de ser mujer?

Sí, pero no de compañeros o de entrenadores, normalmente de padres en el público a los que no hago caso. Yo siempre digo que en el fútbol lo más difícil son algunos padres, pero he hecho siempre oídos sordos. Si me dicen algo, intento hacer caños, meter goles y así demuestro que soy mujer pero le he metido cuatro goles al equipo de tu hijo. El mundo del fútbol puede ser complicado para la mujer, pero en mi caso el trato de compañeros tanto jugadores como árbitros siempre ha sido bueno, he tenido muy buena relación con ellos.

¿Se ha evolucionado o todavía hay padres reacios a que su hija se apunte a futbito?

Se ha evolucionado mucho, pero los sigue habiendo. Es importante el hecho de que cada vez se visibiliza más a los equipos de fútbol femeninos y de hecho ya hay muchas niñas pequeñas que juegan en la Liga Promesas y hay diez o quince equipos femeninos. Ojalá tuviera yo eso a su edad.

¿Faltan referentes en el fútbol para las niñas?

Sí. A mí si me preguntas, yo tuve como referente a un chico, claro. Pero es que hace años incluso tardábamos en enterarnos de los resultados de los partidos de equipos femeninos, hasta que no hablabas con las rivales y pasaban días no los sabías. Ahora se han incluido los resultados del fútbol femenino en las aplicaciones que informan de los partidos al momento, hay más visibilidad en los medios y poco a poco las niñas ven más fútbol femenino y encuentran sus referentes. Mi compañera Teresa Abelleira, por ejemplo, seguro que es un referente para muchas.

¿Qué momento vive el fútbol femenino profesional? Hay una mayor visibilización pero ¿es suficiente y cree que perdurará o es solo un boom temporal?

Gracias a clubes que han apostado por equipos femeninos como el Deportivo, el Barcelona, el Athletic de Bilbao y los patrocinadores hay una mayor vibilidad y no creo que sea un boom sino que es algo que va a seguir evolucionando. No vamos a llegar al nivel de visibilidad del fútbol masculino, pero tampoco es lo que buscamos. Nosotras no veremos a ninguna jugadora cobrando 50 millones de euros al año pero aspiramos a que con el fútbol femenino se pueda vivir y a poder trabajar en exclusiva en esto.

Porque ustedes son profesionales, juegan en Primera División, ¿pero no pueden vivir del fútbol?

Efectivamente. Yo no puedo vivir solo del fútbol y tengo que compaginarlo con otros trabajos de canguro o monitora que tengan unos horarios que me permitan ambas cosas. En nuestro caso, el Deportivo Abanca es uno de los que tiene menos presupuesto de Primera División y hace poco salió la noticia de que una jugadora del Barcelona cobraba lo mismo que todas nosotras juntas.

¿Cómo se podría solucionar esta situación?

Por una parte con un convenio colectivo. El fútbol femenino no tiene convenio colectivo y sin él no se establece cuanto es lo mínimo que tiene que cobrar una jugadora. Es importante también que se impliquen más empresas e instituciones para lograr que se pueda vivir de esta profesión.

El fútbol femenino además cuenta cada vez con más seguidores...

Sí, antes en los partidos había diez o doce personas de público y la mayoría eran familiares y ahora en casa estamos llenando Abegondo.

Ir de primeras ayudará algo...

Sí claro y además en Primera División hay otro nivel de juego y para el público es más vistoso. Yo como deportivista que soy desde pequeña, estoy contentísima de poder jugar en el Deportivo Abanca y es un orgullo el poder ser la capitana.

¿Qué consejo le daría a las niñas que quieren jugar al fútbol o sueñan con ser futbolistas?

Que no tengan miedo y que hagan lo que quieran hacer si es fútbol, fútbol, si es baloncesto, baloncesto. Que practiquen deporte y que hagan lo que les haga felices, sin importar lo que piensan los demás. Y que tengan claro que los sueños pueden cumplirse.