Excesivo papeleo, un número elevado de alumnos por aula para conseguir una educación individualizada y diferenciada y falta de personal especializado de apoyo para lograr dichos objetivos. Esos son los puntos en los que coinciden maestros y profesores gallegos consultados cuando se les pregunta qué cambiarían ellos para mejorar el sistema educativo actual. Puntualizan que es complicado afirmar si un sistema es bueno o malo porque todo depende de la comparación que se realice. Prefieren hablar de puntos fuertes y puntos débiles en el sistema que conocen y en el que trabajan a diario. La mayor parte de los consultados por este periódico llevan décadas en la profesión, con una visión profunda de la situación actual y de su evolución. ¿Qué desean los docentes que cambie para mejorar el sistema educativo?

El currículo obliga al profesorado (sobre todo en Secundaria) a plantear como objetivo final el cumplimiento del mismo y no los diferentes ritmos de aprendizaje del alumnado o la diversidad que existe en el aula. "Nos vemos rodeados de exigencias burocráticas", expresa una de las docentes consultadas por este periódico. "La innovación pedagógica se sustenta en papeleo. No hay forma de realizar trabajo cooperativo en el aula sin cubrir mil y un papeles. Hacemos patios dinámicos... habrá que hacer un informe del recreo, lo que me parece excesivo", apunta otro de los docentes consultados a modo de ejemplo.

Otro problema es la ratio de alumnos por aula y la falta de personal de apoyo. "La falta de personal especializado para realizar apoyos a aquellos alumnos con necesidades educativas especiales es un freno en el funcionamiento del aula. Paralelamente, sería indispensable reducir la ratio escolar, lo que favorecería una enseñanza más personalizada, participativa y colaborativa", describen las mismas fuentes.

Otra de las docentes consultadas por esta cuestión indica que se necesitarían "más recursos humanos, menos ratio, más recursos materiales y que la administración responda de modo inmediato a las peticiones y a las necesidades de los centros". "No hay una solución única para mejorar la educación. Bajar la ratio ayudaría: una educación personalizada con 25 alumnos es complicado. Los contenidos deberían revisarse y conseguir que todo fuese más práctico. 'Hacer' más que 'estudiar', lo que no quita que hay que estudiar también: la memoria es fundamental", añade otro maestro, que dice: "Sería interesante no agobiarnos con lo que tienen que aprender los niños y que los primeros años fuesen de experimentación y juego". Además, demandan que todas las asignaturas estén impartidas por especialistas en esa materia.

"Para mejorar la enseñanza necesitaríamos una reforma integral del sistema educativo, un consenso entre los diferentes partidos políticos para evitar los cambios que se producen en las leyes educativas cada vez que un partido preside nuestro gobierno y tratar de llevar las leyes a la realidad de las aulas y no dejarlo en simple burocracia", expresa una docente con varias décadas en la profesión.