Médico especializado en Medicina Interna y presidente de la Asociación Salud Digital, Jaime del Barrio tiene claro que debe haber un cambio de "mentalidad" a nivel social para hacer frente a las nuevas necesidades que surgen por el hecho de que cada vez los ciudadanos viven más años. Apuesta, por ejemplo, por aprovechar las nuevas tecnologías para fomentar la autonomía de los mayores y que puedan vivir más tiempo en sus hogares. Este facultativo moderará mañana una mesa sobre el tercer sector en el IV Forum Internacional RIES Silver Economy: por un envejecimiento activo y saludable que organiza el Clúster Saúde de Galicia y que arranca hoy en A Coruña.

¿Qué retos conlleva el progresivo envejecimiento de la población?

España es el segundo país del mundo en expectativa de vida, por encima de los 80 u 85 años y esto nos obliga a rediseñar y pensar una nueva organización social. Por otro lado, estamos inmsersos en un mundo global, digital, disruptivo en nuevas tecnologías, y esto no deja de ser una gran oportunidad. Vivimos más, necesitamos nuevas cosas y aparecen las nuevas tecnologías que vienen para ayudar en esta nueva situación si es que sabemos utilizarlas y verlo.

¿Qué necesidades surgen ante este envejecimiento?

Hablamos de infraestructuras, de movilidad, de asistencia social y sanitaria... Un ejemplo concreto: en los países nórdicos el 55% de mayores de 65 años viven solos en sus domicilios y aquí es el 25%. ¿Por qué? Porque allí tienen acceso a servicios sociales y sanitarios sin moverse de casa.

¿Cómo pueden ayudar las nuevas tecnologías?

Contrariamente a lo que parezca el 100% de la población usa el teléfono móvil, los mayores también y es algo que tenemos que aprovechar. El 75% de los mayores, por ejemplo, son enfermos crónicos. ¿Hace falta que cada vez que tengan una dolencia se tengan que desplazar a su centro de salud o movilizar una ambulancia? No. Ahora mismo hay cantidad de dispositivos móviles que pueden conectar en remoto a una persona en su domicilio con su médico de cabecera. Otro ejemplo, todos los años se llenan las urgencias y se sabe que un 12% de los pacientes va a ingresar. ¿Porqué tiene que ir a urgencias si podría ingresar directamente desde su domicilio a la planta? Porque sabemos lo que tiene, es un paciente crónico que se ha descompensado. El futuro pasa por la telemedicina, la monotorización a tiempo real.

¿Y a nivel social qué puede hacer el mundo digital?

Por ejemplo, la teleasistencia. Hay mucha gente que vive en zonas aisladas o edificios con pocos residentes y tener la posibilidad de poder contactar con sus familiares o con un trabajador social de forma sencilla reduce mucho las incidencias en este colectivo y además permite supervisar temas de alimentación, aseo, etc.

¿Cómo se ha evolucionado en los ultimos años? ¿En qué se ha avanzado más?

Creo que avanzamos muy lentamente, muy por detrás de donde tenemos posibilidad de hacerlo, es decir, las posibilidades técnicas y tecnológicas son mayores de lo que las estamos utilizando. Hace falta cambiar nuestra forma de pensar y actuar, seguimos trabajando con modelos de otra época. Hace falta decisión política para poner en marcha estos recursos y después formar e informar a pacientes y familias de lo que se puede hacer.

¿Otros países europeos nos llevan ventaja?

Si hablamos de sistemas sanitarios no tanto, tenemos un Sistena Nacional de Salud bastante integrado y coordinado. Si hablamos de sistemas sociales, sí. Los nórdicos nos llevan bastante ventaja, hay muchos profesionales cualificados y formados y hay una cultura hacia lo social.

¿Invierte más la empresa privada que el sector público?

Hay de todo. La sanidad privada en estas cosas va más rápido, es más eficiente a la hora de implantar esta serie de soluciones y por desgracia sino nos ponemos las pilas desde lo público estamos favoreciendo una sanidad y servicios sociales de ricos y de pobres cuando justo las nuevas tecnologías vienen para lo contrario, para que no haya esas barreras.

Modera una mesa sobre el tercer sector en este ámbito, ¿qué papel juega?

Históricamente ha sido más dinámico y ha estado más cerca de los problemas de la gente. Ahora es uno de los que están liderando este cambio y muchas veces validando estas tecnologías aunque sea para cosas específicas.

Todo esto, ¿lleva a que se creen nuevas profesiones?

Sí, este es un sector en auge pero las universidades siguen ancladas en el pasado, formando como en otra época. No hace falta que todos sean ingenieros informáticos pero sí que los médicos tengan estas competencias.