La Valedora do Pobo, Dolores Fernández Galiño, instó al Sergas a "organizar" los recursos para afrontar el problema de las listas de espera. También le ha pedido una "normativa concreta" para los pacientes que rechazan ser atendidos en un centro concertado. Galiño acudió al Parlamento a presentar el informe del Alto Comisionado del Parlamento de Galicia referido al año 2018, período en el que la institución estaba encabezada por Milagros Otero.

La oposición invitó a Fernández Galiño a "abrir una nueva etapa" en la institución que "mire hacia el futuro" tras el período "oscuro" e "infame" de Milagros Otero, cuya gestión al frente del Valedor fue defendida por el PPdeG. Otero renunció al cargo un año después de conocerse la sentencia del TSXG que anulaba la designación como jefa de servicio de María Puy Fraga, hermana del portavoz parlamentario del PPdeG y sobrina de Manuel Fraga.

Fernández Galiño manifestó su compromiso y el de la institución que encabeza con la defensa de la lengua gallega en virtud del cumplimiento del Estatuo de Autonomía. Por ello, solicitó la corrección de los topónimos no oficiales y así se lo ha planteado ya a aquellos municipios que incumplen la normativa de respetar el topónimo original.

En el turno de la oposición, Patricia Vilán (PSdeG) puso deberes a la Xunta para la mejora de la transparencia, ya que cree que "hay mucho que trabajar en las más de 100 peticiones reiteradas de información al Gobierno" y en las 47 "advertencias de respuesta urgente" a las consellerías.

Por su parte, Carmen Santos (Común da Esquerda) calificó de "partidista e ideológico" el informe del Valedor de 2018, "el peor presentado" ante la Cámara. Xosé Luís Rivas (BNG) también dijo: "Tendrá usted que hacer un importante esfuerzo para limpiar el nombre de esta institución". Para Luís Villares, del Grupo Mixto, la memoria refleja el "abuso del silencio administrativo" en el que incurre a la Xunta y que "deja a la ciudadanía indefensa".