La obesidad y el sobrepeso se perfilan como las nuevas epidemias del siglo XXI, patologías que afectan en España al 53% de las personas mayores de 18 años y cuya incidencia se ha duplicado en 20 años, a pesar de lo cual siguen sin ser consideradas como enfermedades, según constata el Estudio sobre la obesidad en España y sus consecuencias, elaborado por la Fundación Gaspar Casal y presentado ayer.

Los expertos piden que la obesidad se considere como patología, donde la cataloga la Organización Mundial de la Salud (OMS), que la considera además una pandemia, con más de 650 millones de personas afectadas en el mundo, lo que supone el 13% de la población mundial.

En España, más del 37% de los mayores de 18 años y el 18% de los menores presentan sobrepeso, mientras que el 17,4% y el 10% respectivamente obesidad. Y la tendencia, según concluye este estudio, continúa al alza.

Una de las consecuencias de que la obesidad no sea considerada oficialmente como una enfermedad en España es que son los propios afectados los que tienen que asumir el coste de los tratamientos, que superan los 280 euros mensuales, y la lista de espera para la cirugía bariátrica es de más de un año, con 11.000 pacientes en lista de espera. Así lo explicó Alicia Corduras, investigadora asociada de la Fundación Gaspar Casal y una de las autoras del estudio, que ha abogado por la creación de equipos multidisciplinares en Atención Primaria que deriven al paciente a la especializada cuando sea necesario.

Otra de las propuestas del trabajo es la atención grupal de estos pacientes, algo que favorece la motivación de los afectados, coordinados por endocrinos, nutricionistas y psicólogos. Este modelo sólo ha sido implantado en Castilla y León, pero en general „tal y como lamentó Corduras„ la atención grupal no existe en el sistema sanitario español, al que considera que le falta una estrategia consensuada.

La importancia de declarar la obesidad una enfermedad crónica se fudamenta también en la gran cantidad de comorbilidades y patologías asociadas.