Las piezas de bisutería que elabora Carmen Álvarez Rodríguez molan, pero ella mola todavía más. Esta coruñesa de 18 años con síndrome de Down está dándole la vuelta al concepto que buena parte de la sociedad aún tiene sobre la discapacidad al demostrar que, con esfuerzo e ilusión, los sueños se pueden hacer realidad. Despierta, sonriente y con buen gusto, ha sido capaz de abrirse camino hacia el emprendimiento al crear, con el respaldo de su familia, su propia marca de bisutería: Carmelamola. "Carmelamola es un proyecto de pulseras y colgantes. Me encanta y le dedico tiempo los sábados y los domingos", comenta la flamante ganadora del premio eWoman Coruña en la categoría de Negocio Online sobre su firma de bisutería, con pedidos procedentes de toda España e, incluso, de otros países europeos, como Suiza.

En la lotería genética, a esta joven coruñesa le tocó ese tercer cromosoma de más que caracteriza a las personas con síndrome de Down. Pero en su ADN está también el ímpetu de una luchadora. "Para mejorar su psicomotricidad, las personas con síndrome de Down hacen ejercicios con las manos, como mover bolas, cortar papeles... Como a veces este tipo de rutinas pueden resultar bastante aburridas y Carmen siempre ha sido súper presumida, se nos ocurrió proponerle hacer pulseras, colgantes... Con eso conseguimos que prestase atención a los ejercicios durante más tiempo", relata su madre, Ana Rodríguez.

Así fue como Carmen se inició en el oficio, convirtiendo tediosas rutinas en vistosas piezas. El boca a boca hizo el resto. "Mis compañeras de trabajo empezaron a preguntarme por los diseños que lucía, y al decirles que los hacía mi hija, llegaron los primeros encargos", explica Ana, quien recuerda como, poco a poco, los encargos fueron a más y toda la familia se volcó para ayudar a Carmen a llevar a cabo su sueño. De hecho fue Sara, su hermana pequeña, quien se encargó de crear la página web www.carmelamola.com, que incluye una tienda online.

"Hace dieciocho años, cuando Carmen nació, nunca me hubiese imaginado que podría llegar un día como el de hoy. Si hay una palabra para definir cómo me siento es orgullosa. Orgullosa de que mi hija haya aportado su granito de arena y le esté dando la vuelta al concepto que tenemos hoy en día de discapacidad", remarca Ana, quien el pasado jueves acompañó emocionada a su hija al recoger el premio eWoman Coruña al Mejor Negocio Online. Fue en el transcurso de la segunda jornada eWoman Coruña, un acto que la madre de Carmen aprovechó para lanzar una reivindicación: "Ellos pueden. Tenemos que darles oportunidades para que nos lo demuestren. Carmen es un ejemplo de que los sueños, con esfuerzo y tesón, se pueden hacer realidad".