La entrenadora del Real Club Deportivo Genuine, Lucía Otero, recogió el premio eWoman Coruña al Mérito Deportivo by La Liga visiblemente emocionada. Reconoció estar cumpliendo un sueño y agradeció a La Liga la oportunidad que le ha brindado, al permitirle formar parte de "un proyecto precioso" que contribuye a "eliminar barreras de manera espectacular". "Gracias por hacernos sentir futbolistas", subrayó. Con la voz quebrada, Otero tuvo unas palabras especialmente cariñosas hacia su familia y amigos, a quienes agradeció haberle dado "alas" para alcanzar sus sueños: "Han dejado que me caiga, me levante, aprenda y evolucione".

Se la pudo ver muy conmovida al recoger el premio...

Es que para mí es un orgullo tremendo recibir este galardón, sobre todo teniendo en cuenta que en Galicia hay deportistas con grandísimas trayectorias, como la futbolista Verónica Boquete o la atleta Ana Peleteiro, que creo que estaban entre las finalistas. Además, es un reconocimiento que trasciende a mi persona, y que valora también la importante labor que está realizando el Real Club Deportivo de A Coruña a través de un proyecto tan bonito como es el Depor Genuine, que contribuye a eliminar barreras, a través del deporte, de una manera bestial. De hecho, al día siguiente de recoger el premio tuvimos entrenamiento y los jugadores estaban también muy emocionados.

Antes de entrenar al Deportivo Genuine jugó en diferentes categorías, tanto a nivel autonómico como nacional, en clubes como el Orzán, donde ganó una Liga y una Copa, o el Tordoia. En este último equipo, fue la portera menos goleada durante dos temporadas consecutivas. ¿A lo largo de esta exitosa carrera profesional como deportista se ha encontrado con alguna barrera por ser mujer?

En el entorno en el que me he movido lo cierto es que no, más bien al contrario. Cuando me llamaron del Deportivo para entrenar al Genuine incluso valoraron de manera especial el hecho de que fuese una mujer, ya que podía aportar una visión diferente al equipo. Es la sociedad, en general, la que a veces te desanima con mensajes del tipo "es mejor que te dediques a otra cosa", "no lo vas a conseguir", "no vas a poder vivir de eso"... Pero yo soy muy cabezona, y este tipo de mensajes nunca han llegado a afectarme demasiado. Siempre supe que quería jugar al fútbol, y al final lo conseguí.

Pese a que su salud la mantuvo durante un tiempo apartada del balón...

Sí, mi caso es algo particular porque, cuando era niña, debido a una serie de problemas en la clavícula, tuve que dejar de jugar al fútbol durante algunos años. Tenía los huesos muy frágiles, y al más mínimo golpe o caída podía sufrir una fractura. Sin embargo, mis ganas de jugar eran más fuertes que el miedo al dolor, y al final mi familia no solo lo aceptó, sino que me apoyó incondicionalmente en todo. Recuerdo que mi padre siempre le decía a mi madre. "Si la niña se va a romper un hueso, al menos que se lo rompa haciendo lo que más le gusta".

¿Sin ese apoyo incondicional de su familia su vida habría sido diferente?

Sin duda. Mi familia siempre me ha dado alas y me ha impulsado a alcanzar mis sueños. Han estado conmigo para celebrar los éxitos, y han seguido ahí para levantarme en los momentos malos, que también los ha habido. Me han ayudado a aprender, a evolucionar como persona y como profesional... Si estoy donde estoy es gracias a ellos, y a mis amigos. El entorno es lo que te hace llegar a ser lo que eres.