Profesores de Historia que dan clase de Latín, de Francés que imparten también Economía o de Lingua Galega que además deben encargarse de las materias de Dibujo o Música. Esta es la realidad que puede encontrarse cada día en muchos centros escolares de Galicia. Sindicatos de enseñanza denuncian que casi un tercio de los docentes de Secundaria con plaza provisional tienen que impartir asignaturas que no son de su especialidad pero que oficialmente se consideran "afines" a la titulación que tienen, lo que aseguran "repercute" en la calidad de la enseñanza que reciben los alumnos. La Consellería de Educación,Consellería de Educación sin embargo, afirma que "la preparación de los profesores les permite impartir afines" y recuerda que son los propios docentes los que de forma voluntaria a la hora de solicitar la plaza "indican su disponibilidad para impartir estas materias".

Las bautizadas como materias afines sirven para completar los horarios de profesores que los tienen incompletos (en el caso de Secundaria son 20 horas semanales) y evitar contratar a un nuevo profesor cuando la materia no tiene horas suficientes, es decir, si un centro no tiene plantilla suficiente para impartir tres horas de Dibujo, por ejemplo, puede ofertar una plaza provisional de un docente que imparta su asignatura y además complete el horario al impartir esas horas sueltas que quedan de Dibujo. Sindicatos como ANPE Galicia o la CIG consideran que se abusa de este tipo de plazas y creen que "lo ideal" sería que "desaparecieran las afines". "Y en el caso de que excepcionalmente se precisase un profesor con este perfil en un centro que sea una afín como máximo y que inspección educativa explique y justifique porqué se precisa", señala Julio Díaz, de ANPE, quien alerta de que muchas veces se ofertan afines cuando la materia tendría horas suficientes para tener un profesor propio en exclusiva. "Puede ocurrir, por ejemplo, de que en un centro hay que impartir 14 horas de Tecnología, lo que daría para pedir un profesor, y lo que se hace es solicitar uno de Música que también dé Tecnología, otro de Física que dé Tecnología y así", denuncia. "Todo de debe al recorte de los cuadros de personal que se hizo en los últimos años", indica el secretario general de la CIG-Ensino, Suso Bermello, quien insta ampliar el control y las inspecciones sobre este tipo de plazas ya que también ocurre que vacantes que salen sin afines al final "a la hora de repartir el horario, sí las tienen" y otras que en principio eran con afines pero que finalmente no tienen.

La Xunta recuerda que, por ley, cada vacante provisional ofertada podrá tener como máximo dos materias afines vinculadas. "Pero hecha la ley, hecha la trampa", asegura Bermello, quien sostiene que los profesores con plaza provisional pueden impartir ámbitos en los Programas de Mellora de Aprendizaxe (PMAR) o módulos en FP Básica "y esto no está considerado afines" cuando en la práctica un docente que dé el ámbito científico-tecnológico, por ejemplo, además de su asignatura puede tener que dar contenidos de tecnología, matemáticas, ciencias de la naturaleza o educación física. La CIG y CCOO aseguran que este curso hay 434 profesores que tienen que impartir ámbitos o módulos en institutos gallegos a los que se sumarían 1.165 „según recoge la CIG„ que imparten materias que no son propias de su especialidad. La Xunta reconoce que un 28,5% de los profesores con plaza provisional dan afines y un 9% en Primaria.

Los sindicatos denuncian además que en la práctica las materias afines que se vinculan a cada titulación no lo son tanto. "Este curso se han dado casos como la afinidad de materias no lingüísticas con dos idiomas", indican desde CCOO. "Cosas que no tienen nada que ver como que el profesor de Historia y Geografía tiene de afín Dibujo o Música", añaden en ANPE y en la CIG ponen más ejemplos: "Gallego con afín Dibujo o Francés con Economía". "Además, la Administración no realiza ningún tipo de control al respecto ni pide acreditación a los profesores que demuestre que están capacitados para impartir esas asignaturas", señala Suso Bermello, quien añade: "Y así se da el disparate que para dar Historia en inglés te piden un nivel B2, que es insuficiente igualmente, y para dar Inglés de afín, no te piden nada". "Debería regularse qué es una materia afín, qué criterios hay que cumplir para darla y que sea igual en toda la comunidad, que no varíe en función del centro", añade.

La realidad, tal y como recuerdan desde la Xunta, es que son los propios docentes los que a la hora de solicitar destinos marcan si están dispuestos a impartir materias afines o no y si aceptan, cuáles consideran que podrían dar. Sindicatos y profesores consultados reconocen que en la práctica muchas veces no marcar afines "penaliza" a la hora de los destinos. "Por no marcar afines me dieron un destino mucho más lejos que otros compañeros que con menos nota sí las habían marcado", señala María, una docente afectada. "Cada vez hay más gente que juega con las afines para que lo llamen antes o para acercarse al destino que le conviene", añade Emilio, otro profesor gallego.

Tanto los sindicatos como los profesores consultados demandan mayor control de la Xunta sobre estas materias extra que dan los profesores y que, "como máximo" sea una sola asignatura afín por plaza porque, recuerdan, los grandes perjudicados son los alumnos. "Puede que haya gente muy preparada para dar sus afines pero también hay muchos carotas y los perjudicados son los niños", indica Bermello. "Que una persona imparta una afín sin conocer la asignatura perjudica a la calidad de la enseñanza, inspección educativa tiene que controlar que cumplan el perfil adecuado y reducir al máximo las afines", añade Julio Díaz. Todo ello, aseguran, para que los alumnos reciban la mejor formación posible.