El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) acaba de ser elegido el mejor centro de alta complejidad de España en los premios Best in Class, y sus servicios de Nefrología y Farmacia -capitaneados por los doctores Ángel Alonso Hernández y María Isabel Martín Herranz, respectivamente- reconocidos como los más prestigiosos de su especialidad, según el Índice de Calidad Asistencial al Paciente, un marcador elaborado por la Cátedra de Innovación y Gestión Sanitaria de la Universidad Rey Juan Carlos en base a más de un centenar de indicadores sobre la actividad asistencial, docente e investigadora.

El galardón, otorgado por esa institución académica y la Gaceta Médica, supone "un reconocimiento a la labor de todos los compañeros" que integran el Servicio de Nefrología del Chuac y "un estímulo para continuar trabajando en la misma línea", tal y como subraya el doctor Ángel Alonso, quien llama la atención sobre el hecho de que el premio Best in Class valore no solo el buen hacer del servicio que dirige, sino de todo el complejo coruñés. "A Coruña cuenta con un hospital de primerísimo nivel", reivindica.

La "atención centrada en el paciente, personalizada, participativa, empática y con cuidados seguros y de calidad" es su "objetivo fundamental irrenunciable", asegura Alonso, quien reseña con orgullo especial el hecho de que Nefrología sea "el servicio mejor valorado del hospital en las encuestas de satisfacción realizadas a pacientes y familiares". "Ese es el mejor premio", proclama.

Uno de los estandartes del Servicio de Nefrología del Chuac es el programa de trasplantes en todas sus facetas, en especial el trasplante de donante vivo ABO o HLA incompatible, el trasplante en pacientes con SHUa, el trasplante de páncreas y la participación en trasplantes multiorgánicos (corazón, hígado o pulmón). "El trasplante renal es el paradigma de la calidad de vida", destaca el doctor Alonso, y añade: "No hay palabras que lo describan si se piensa en la vida de, por ejemplo, personas que son diabéticas desde niños. En los años 70, las posibilidades de someter a diálisis a un paciente eran remotas, rara vez entraban los de más de 50, nunca los diabéticos... En los 80 eso mejoró, pero incluso a día de hoy solo uno de cada cinco pacientes en diálisis se trasplanta".

El especialista del Chuac, que participó en la primera intervención de ese tipo realizada en Galicia, en el año 1981, sostiene que el éxito del modelo español de trasplantes se debe a "la organización, el conocimiento y la implicación" de los sanitarios y de la sociedad en general. "El programa está consolidado, y para ello han sido claves la creación de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) en 1989, y el desarrollo de un marco legal flexible que permite trabajar a los profesionales con total tranquilidad", señala.

El trasplante es uno de los pilares en los que se sustenta el Servicio de Nefrología del Chuac, pero no el único. Sus otros puntales son los programas de diálisis, las consultas de ERCA y el área nefrología clínica, con "una amplia experiencia en el manejo de enfermedades autoinmunes y enfermedades raras o ultrarraras", recalca el doctor Alonso, quien detalla que el servicio que dirige está compuesto por un total de 89 profesionales, de los que 86 son personal sanitario y de ellos 18 facultativos (cuatro residentes).

El responsable de Nefrología del Chuac destaca, también, la puesta en marcha, en los últimos tiempos, de la página web del servicio y de las e-consultas, junto con el desarrollo de un nuevo protocolo de información a pacientes y familiares. "El nuestro es un servicio muy clínico, desde el punto de vista asistencial y de investigación, y muy implicado en la docencia pregrado y postgrado, con un fuerte compromiso social", reitera.

Otra pieza clave en el engranaje hospitalario, pero desconocida para gran parte de los pacientes, es el Servicio de Farmacia. El del Chuac, elegido también como el mejor de España en los premios Best in Class, no solo se encarga de garantizar que cada paciente ingresado tenga los medicamentos que precisa en el momento adecuado, sino que supervisa que no haya interacciones o problemas con los tratamientos prescritos, tiene a punto la quimioterapia para los oncológicos (unas 45.000 dosis cada año), dispensa los fármacos hospitalarios de uso en el domicilio y pasa consulta para ver la evolución, elabora fórmulas magistrales cuando se precisa un tratamiento personalizado que no existe en el mercado y atiende las necesidades de residencias de mayores de la comarca. Todo ello sin descuidar la investigación ya que cada año se realizan unos 400 ensayos clínicos en estas instalaciones de 1.200 metros cuadrados.

"Somos un servicio clave. Todos los pacientes deben saber que cualquier tratamiento que se le prescriba en el hospital está supervisado por un farmacéutico para evitar interacciones, alergias, etc...", reivindica su responsable, María Isabel Martín, quien reconoce que haber sido elegidos los mejores de España en los premios Best in Class supone una gran satisfacción, al haber competido con los servicios de hospitales de la talla de La Fe de Valencia o el Gregorio Marañón de Madrid -dirigido por otra coruñesa, la doctora María Sanjurjo-. "Es un reconocimiento a la labor que realizan los más de 90 profesionales que integran este servicio, y una buena manera de visibilizar ese trabajo", subraya la doctora Martín.

La responsable del Servicio de Farmacia del Chuac reconoce que el 60% de su trabajo "se centra en el almacenamiento y la dispensación de medicamentos". Todo un proceso que, debido al volumen de fármacos que se maneja precisa de una precisión y un trabajo en cadena exhaustivo para evitar errores y llegar a los pacientes en el tiempo marcado. Pero la Farmacia del complejo coruñés -con sede central en el Hospital Universitario, pero con personal, también, en el Materno y en Oza- no solo cubre las necesidades de los ingresados. Cada año atienden a unos 10.000 pacientes del área sanitaria que precisan fármacos que se toman en casa pero cuya dispensación es únicamente en hospitales. Se trata de enfermos con VIH, esclerosis múltiple, o artritis, entre otros. "Y no se trata solo de dispensarlos, sino que el paciente va a consulta y junto al médico, el farmacéutico observa la adherencia al tratamiento o si hay algún problema", indica.