Un embarazo deseado despierta tantas dudas como ilusión. En el 91% de los casos los padres tienen 37 semanas para intentar buscar las respuestas a todas sus preguntas pero, ¿qué sucede cuando no existe tanto tiempo para prepararse, cuando el parto se adelanta y una nueva criatura llega al mundo antes de que le corresponda? Este fue el caso de 700 familias gallegas en 2018, según los datos facilitados por la Consellería de Sanidade. Un número que asciende a 856 en 2017 y que en el primer semestre de 2019 se sitúa en los 340. En todo caso, alrededor del 9% de las madres que cada año dan a luz a sus hijos lo hacen de forma prematura debido a diversas circunstancias.

Cuando sucede, los padres deben hacer frente automáticamente a enfermedades de alto riesgo para sus bebés y, en muchas ocasiones, descubren que la lactancia materna es una aliada para frenarlas o al menos paliarlas. La matrona del banco de leche del Hospital Clínico Universitario de Santiago, Diana Luque, destaca „con motivo del Día del Niño Prematuro que se conmemora hoy„ que la leche materna resulta "determinante" en el buen desarrollo de los bebés prematuros, especialmente, si nacen antes de la semana 32 de gestación. "La leche materna tiene inmunoglubinas que protege al bebé de enfermedades infecciosas" y evitarlas resulta fundamental para conseguir el buen desarrollo de los prematuros. "La lactancia materna no solo es alimentación, sino también un tratamiento en estos casos", admite la especialista en Neonatología Luz Couce.

Los avances en el campo de la medicina han favorecido el aumento de la tasa de supervivencia de los neonatos prematuros. Según un estudio de la Universidade de Santiago, coordinado por Miguel Pérez, los bebés nacidos con 31 semanas de gestación sobreviven en el 92% de los casos, el 80% de los que nacen a las 27 semanas de embarazo también salen adelante, así como el 60% de los nacidos a las 26 semanas. Un 40% de los prematuros que vinieron al mundo a las 24 semanas de gestación sobreviven y la cifra cae drásticamente con los que nacieron tras 22 semanas en el útero de su madre, un 6% sale adelante.

Sin embargo, "sobrevivir no quiere decir que no tengan dificultades en su evolución", precisó Pérez. "Cuanto menos tiempo de gestación, más alta es la posibilidad de padecer problemas neuroevolutivos como parálisis cerebral, retrasos mentales moderados o severos y discapacidad sensorial", así como otros problemas a lo largo de su vida relacionados con el "desarrollo psicológico, del lenguaje, dificultades psicomotoras, problemas de conducta o socioemocionales y bajo rendimiento académico". Por este motivo, en muchas áreas de Neonatología, como la del Hospital Universitario de A Coruña se busca la "calidad asistencial" para optimizar el desarrollo del bebé „con salas más oscuras y menos ruidosas que se adapten a las necesidades del prematuro„, así como la humanización del servicio con la implicación de los padres para fomentar el contacto piel con piel que también los favorece.

La calidad de vida de los bebés recién nacidos de forma prematura depende de los avances en tecnología punta que aparecen en este campo. Sin embargo, entender por qué cada vez nacen más bebés antes de las 32 semanas de gestación implica pone el foco sobre las condiciones en las que las madres gestan a sus hijos. Luz Couce señala que factores como "el estrés" que puede producir el trabajo, "la edad de las madres" (cada vez más mayores) y "los métodos de fecundación in vitro" propician que aumente el número de partos prematuros. Esta premisa también la respalda Miguel Pérez, quien asegura que las condiciones laborales de muchas mujeres y el modo de quedarse embarazada pueden desembocar en el nacimiento prematuro del bebé, algo que ya sucede en el 9% de partos en Galicia.