El juicio por el crimen de Diana Quer ha entrado hoy en una nueva fase, con la comparecencia de los peritos, que tratarán de arrojar luz sobre las circunstancias de la muerte de la joven madrileña.

Marcos Pérez y José Antonio Sabucedo, responsables del estudio, son los primeros peritos en comparecer hoy en la sexta jornada del juicio contra José Enrique Abuín, el Chicle, acusado de secuestrar, violar y matar a la joven Diana Quer en 2016. Tras meses de investigación y de repaso milimétrico de la calzada y las imágenes, lograron descifrar qué vehículo se escondía detrás de la grabación de la cámara de la gasolinera de la AG-11. Era el Alfa Romeo plateado que José Enrique Abuín utilizó durante la fatídica noche del 22 de agosto de 2016.

INFORME GRAFOLÓGICO: 'EL CHICLE' TIENE INSTINTOS SEXUALES VIOLENTOS Y NULA EMPATÍA

Un grafólogo especializado en la psicología de la escritura ha definido a José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, único procesado en el juicio que se sigue por el crimen de Diana Quer, como un hombre con instintos sexuales "sádicos y violentos", gran "habilidad para mentir y manipular" y nada de empatía.

"Con rotundidad es un depredador sexual" y va a seguir ejerciendo ha dicho en la sexta sesión que acoge la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela, un testimonio en el que este especialista ha defendido que su disciplina "tiene un carácter científico muy marcado".

De la personalidad del acusado y del examen hecho ha contado este experto, una pericia que aporta la acusación particular, que del estudio de los patrones analizados se desprende que la personalidad del acusado está "significativamente marcada hacia todo lo relacionado con la violencia sexual".

Ha dicho que cada persona tiene su cerebro y posee una escritura absolutamente particular y, de la de El Chicle, se interpreta que "no tiene ningún tipo de ética ni de conciencia del daño hecho, no tiene empatía, y por eso puede ejercer la violencia sexual, y con seguridad ya la ha ejercido y la va a seguir ejerciendo".

Ha manifestado asimismo que por su carácter, ante la defensa o el rechazo a sus deseos y necesidades, se crece, con una "respuesta aún más violenta", pero a la par combina esto con una "clara capacidad de control sobre el medio, lo que hace y lo que quiere hacer".

Acerca de su trabajo, ha dicho que obtiene "la mejor fotografía del ser humano a tamaño tridimensional". Este lo ha hecho con varias cartas que obtuvo de la causa judicial y se ha prolongado una semana.

EL CUERPO FLOTANDO 20 DÍAS

El hallazgo de pupas de mosca vacías en el cuerpo de Diana Quer demostraría que el cadáver de la joven estuvo al menos entre 20 y 22 días consecutivos flotando en el pozo, o bien 8 y 14 en fases alternas, un dato que desmonta la versión del único acusado, José Enrique Abuín Gey, que contó al juez que había quedado sumergido la misma noche de la muerte.

La entomóloga Marisa Magaña Loarte, en la sexta jornada de la vista oral que acoge la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, ha echado por tierra este martes el testimonio del único procesado en este caso pues con su declaración ha constatado que el cadáver tuvo que ser contrapesado en una segunda ocasión, al ser mal lastrado en un inicio y emerger.

Son cuatro las fases morfológicas, huevos, larva, pupa y adulto, y la científica ha explicado que el hecho de que en la melena de Diana Quer fuesen encontradas "pupas vacías" y otras "pupas que no estaban vacías pero que estaban muertas" demuestra fehacientemente y sin duda alguna que esa especie cumplió lo que es su "ciclo completo", que dura alrededor de "unos veinte días".

Este proceso, ha apostillado, no pudo darse en el fondo del silo de diez metros de profundidad donde estuvo Diana durante casi 500 días. La razón es que el mismo solo se puede desarrollar en la superficie puesto que la especie hallada en esas pupas y que suele llegar "muy al principio, cuando el cadáver está en sus primeros momentos" resulta que "necesita oxígeno" y "no es acuática".

Por ello, la experta ha defendido por videoconferencia y bajo la atenta mirada del jurado popular que el cuerpo ha podido estar flotando al menos veinte días antes de ser lastrado con éxito, una circunstancia que corroboraría la versión aportada por dos agentes de Criminalística que testificaron en el juicio que El Chicle, alias por el que se le conoce, primero pudo haber empleado sin éxito un cable endeble y luego otro más robusto, eficaz y con dos asas.

La entomóloga ha dejado claro que "la especie estaba en el pelo; y el pelo estuvo fuera del agua para que esa especie pudiese desarrollarse". De lo aportado por esta profesional se deduce que en el primer intento que hizo El Chicle quedaría flotando la cabeza de Diana, por lo que este apunte sería compatible con su declaración de que la sentó para introducirla y había permanecido flotando su cabeza, pero cuando fue localizada el 31 de diciembre de 2017 estaba en cambio con la cabeza boca abajo y dentro era imposible que se diese la vuelta, por lo que necesariamente habría tenido que producirse ese segundo lastrado.

Diana Quer salió el 22 de agosto de 2016 a una fiesta en A Pobra do Caramiñal (A Coruña), donde veraneaba con su madre, Diana como ella, y su hermana menor, Valeria; una romería local de la que nunca regresó. Su cadáver se encontró en el pozo de una antigua fábrica de gaseosas.

DAÑO IRREPARABLE

El empresario Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel, padres de la joven asesinada Diana Quer, sufren un trastorno depresivo severo e importante por el asesinato de su primogénita, Diana, y la hija menor, Valeria, aparte de tal padecimiento tiene estrés postraumático, por lo que continuamente revive el crimen de su hermana.

Es lo que ha contado Patricia Alcalá, médico especialista en valoración de daño corporal con veinte años de experiencia, en la sexta sesión de la vista oral que acoge la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago de Compostela.

Ella es la especialista que hizo un primer informe sobre la familia a petición de la acusación particular y ha contado a la sala que la "espera agónica" por los 496 días que ha estado Diana Quer en el silo cilíndrico sin que se supiese de su paradero ha sido "terriblemente" dañina e interpretada además como "un capricho".

"Cuando se baje el telón y se apaguen las luces, a los tres les quedará la soledad. Y el trastorno depresivo será más grave y con mucha complicación para superarlo alguna vez en su vida", ha expuesto. "Vivir con todo esto, eso es imposible", ha detallado.

Esta experta ha relatado para apoyar tal argumentación que antes todos ellos hacían una vida normal y que el destrozo se va a "agravar" cuando se haga justicia, batalla que los mantiene en pie.

Ha manifestado asimismo que estos padres, separados, tienen un doble "sufrimiento" por su hija Valeria, que no siente dolor físico alguno porque el emocional es "tan fuerte" que no sufre ni siquiera cuando, tal y como se ha contado en esta vista oral, se autolesionó gravemente. "Valeria está terriblemente descompensada", ha subrayado.

La abogada defensora, Fernanda Álvarez, ha expuesto que nunca cuestionó el dolor, por lo que ha renunciado a hacer preguntas.