Cada vez son más numerosos los aparatos digitales que utilizamos en nuestra vida cotidiana. Móviles, tabletas, ordenadores forman parte de nuestro día a día... Y a edades muy tempranas, ya que no es extraño ver a los niños pequeños comiendo mientras en el móvil de sus padres los dibujos animados se mueven de manera vertiginosa.

El uso de todas estas pantallas de diferentes tamaños (desde pantallas grandes de escritorio hasta pequeños relojes) y potenciales lumínicos (normalmente excesivos) han provocado un aumento del estrés sobre el sistema ocular que provoca numerosos síntomas englobados en la denominada fatiga visual digital (DES).

Esta enorme cantidad de dispositivos nos obliga a utilizar diferentes distancias de trabajo, contrastes luminosos, ángulos de observación, etc... que provocan problemas en nuestros ojos, especialmente entre los usuarios de lentes de contacto (debido al menor parpadeo) y, según algunos especialistas, entre quienes tienen problemas de refracción mal compensados.

Los expertos definen la fatiga visual digital como una situación caracterizada por la incomodidad ocular y/o visual debida al uso de dispositivos digitales que generan problemas relacionados con los deslumbramientos, la sequedad ocular, la fatiga, el desenfoque, los problemas de acomodación, las alteraciones de la fijación, etc.

Son muchas las quejas de los usuarios que acuden a las consultas de los ópticos y oftalmólogos con múltiples problemas asociados a este abuso. Pero siempre hay soluciones. Los expertos recomiendan:

„Adoptar una posición ergonómica que reduzca los riesgos relacionados con las distancias anómalas que adoptamos al trabajar con los dispositivos a diferentes distancias. No es lo mismo utilizar un móvil (en el que las distancias de trabajo son muy pequeñas) que un ordenador de mesa (con el que podemos adaptar bien la distancia y posición de nuestro cuerpo). Eligiendo la postura correcta reducimos los numerosos problemas relacionados no sólo con nuestros ojos, sino también con el aparato músculo-esquelético.

„Cuando el deslumbramiento produce una fuerte incomodidad se puede mejorar modificando el propio brillo y la disposición de la pantalla y evitando los reflejos que puedan producirse por las luces (naturales o artificiales) que inciden sobre ella.

„Existen lentes con filtros especiales que pueden utilizarse en todo tipo de pacientes, incluso en quienes utilizan lentes de contacto. Pueden adaptarse a cualquier tipo de graduación tanto monofocales como multifocales para poder trabajar a distintas distancias.

„Los estudios han demostrado que la luz azul emitida por los dispositivos puede provocar alteraciones a nivel ocular (incluso Degeneración Macular Asociada a la Edad), un riesgo que puede mitigarse utilizando lentes tintadas con un filtro específico que reduzca el daño que esta luz pueda causar.

„Si padeces sequedad ocular el problema se incrementará debido a que, cuando trabajamos ante las pantallas, se reduce el número de parpadeos y se altera la película lagrimal, por lo que aumentan los síntomas de sequedad ocular. Estos síntomas también se presentan entre las personas sanas y los que utilizan lentes de contacto. La solución pasaría por realizar parpadeos constantes y completos y utilizar gotas humectantes específicas para el tratamiento de la sequedad ocular. Los usuarios de lentes de contacto precisan la utilización de líquidos de mantenimiento específicos o, incluso, el cambio del tipo de lentes.

Y no es un problema banal porque afecta a un amplio rango de la población, ya que cada vez son más los usuarios de dispositivos de este tipo en sus múltiples variedades. Los datos no son precisos porque no se ha realizado aún una estadística global, pero son muchos los pacientes de todas las edades que acuden a la consulta de los especialistas planteando este tipo de problemas.

Un caso especial lo conforman los niños que dedican un tiempo excesivo a jugar con las pantallas que encuentran disponibles. Es importante controlar el horario de utilización y que no las tengan disponibles a todas horas ni en cualquier situación. No es necesario prohibirles su uso (salvo indicación concreta de su médico), pero sí es fundamental que se trate de un consumo racional y que se observe su actuación para detectar tempranamente cualquier anomalía relacionada con sus ojos.

No debes desesperarte si te encuentras entre los afectados. Consulta tus dudas a tu médico, oftalmólogo u óptico y sigue sus indicaciones. Normalmente está indicada una combinación de adaptaciones en función del caso de que se trate que suelen funcionar bien.