Gracias al avance de la medicina, el cáncer ya no es sinónimo de muerte. Más de la mitad de todos los tumores que se diagnostican cada año es curable y es probable que el porcentaje aumente en los próximos años. Las cosas son más difíciles cuando un tumor se ha expandido a otros órganos, lo que los médicos conocen como metástasis, que es responsable de nueve de cada diez muertes por cáncer. En muchos casos, las metástasis son resistentes a los tratamientos y aún no se entienden bien los mecanismos moleculares que permiten su aparición. Esta es la verdadera frontera de la investigación contra la enfermedad. Sin embargo, poco a poco se van dando pasos para ponerles cerco.

Es el caso de un nuevo medicamento, ribociclib, registrado por Novartis con el nombre de Kisqali, que prolonga la vida en pacientes posmenopáusicas con cáncer de mama avanzado HR+/HER2. Así lo demostraron los resultados del ensayo clínico Monaleesa-3, presentados el mes pasado en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica, celebrado en Barcelona. "En dos ensayos fase III se demostró que ribociclib prolonga de manera consistente y significativa la vida de las mujeres pre y postmenopáusicas, en combinación con un inhibidor de la aromatasa y fulvestrant", avanzó en ese encuentro el director de Investigación Clínica y Traslacional de la Universidad de California (Estados Unidos), Dennis J. Slamon.