Las mentiras continuas de José Enrique Abuín Gey, El Chicle, han quedado al descubierto una vez más en la novena sesión del juicio que se celebra en la Sección Sexta de la Audiencia de A Coruña con sede en Santiago. El Chicle, que afronta prisión permanente revisable acusado del secuestro, violación y asesinato de la joven Diana Quer el 22 de agosto de 2016, se mostraba ayer encantado como protagonista de la reconstrucción de los hechos que se hizo en verano de 2018, una vez que ya estaba en prisión provisional por la muerte de la joven madrileña.

Claro que escenificaba su propia versión de lo ocurrido: Diana apareció de repente en un callejón sin apenas luz, creyó que era uno de los feriantes y que le iba a delatar por robarles garrafa y media de gasoil. Entonces le echó la mano al cuello, apretó sin darse cuenta y en segundos estaba muerta. La trasladó al pozo de Asados, la desnudó, lastró su cuerpo con dos bloques de 18 kilos, tiró encima su bolso y volvió a casa. Al día siguiente cogió la ropa de la joven, que había ocultado tras el asiento del copiloto en su coche, y la dejó en un contenedor en Escravitude, en Padrón.

Pero su versión no se sostiene, en ninguno de los tres escenarios: A Pobra, Asados y Padrón, como han puesto en evidencia desde los forenses a los investigadores y los expertos en telefonía que han declarado ya en el juicio. Ayer fueron dos responsables de la reconstrucción quienes le dejaron en evidencia. Ambos incidieron en que tras las comprobaciones realizadas ni el camión del que dice robó gasoil estaba en el lugar indicado y ninguno de los feriantes se encontró con el depósito "seco" como les relata. Bajo una farola situó el lugar donde encontró a Diana, y aseguró que apenas había luz, cuando precisamente es la zona más iluminada de la calle, con otra farola a solo 18 metros y una tercera.

El agente que reprodujo con una compañera la forma en que el Chicle decía que estranguló a Diana, comprobó que no era verdad. "Era imposible hacerlo como él me decía, mi compañera se caía y yo no podía seguir ejerciendo presión en el cuello". Finalmente el propio Abuín, con el agente el lugar de Diana, escenificó como la subió a la parte de atrás de su coche.

El error del Chicle

Dos agentes de la Policía Judicial de A Coruña desvelaron durante su declaración ante el jurado ayer que José Enrique Abuín, el Chicle, cometió "un error grave": Llevar a su amigo Manuel Somoza a la nave de Asados y mostrarle el pozo de agua dulce donde meses después ocultó el cuerpo de Diana. "Hubiéramos encontrado el cuerpo aunque el Chicle no nos hubiera dicho donde estaba, porque habíamos identificado a su amigo de correrías", explicó el testigo, que recordó que cuando tomaron declaración a Somoza fue lo primero que les contó. Además, añadió, el informe del equipo GATO sobre los teléfonos lo situaba allí.

Apenas cuatro meses después de la desaparición de Dina, la Guardia Civil inspeccionó su vehículo. Encontraron una brida en un habitáculo bajo el cambio de marchas, una sábana que cubría el maletero, una pata de cabra y diverso material. Cuando año y medio después, tras su arresto, se revisó el coche, los expertos comprobaron que había limpiado toda la moqueta. No había ningún rastro, según los dos expertos que ayer comparecieron mediante videoconferencia en el juicio.

La sentencia de Boiro

Como prueba documental se incluyó la condena contra Abuín por el intento de agresión sexual a una joven de Boiro el 25 de diciembre de 20017, que precipitó su detención, y ayer se leyeron al jurado los hechos probados que recogen que la víctima enviaba wasaps por la calle cuando Abuín "para satisfacer sus necesidades sexuales" la siguió, la paró y "para conducirla a mantener relaciones sexuales contra su voluntad" se abalanzó sobre ella, la intimidó con algo metálico en el cuello y le advirtió "si chillas te corto", si bien la víctima gritó y dos jóvenes acudieron en su ayuda, por lo que el Chicle huyó. También se incluyeron sus declaraciones sobre la muerte por atropello de Diana y las tres versiones de donde ocultó el cadáver.