La lactancia materna es algo natural. A pesar de esto, amamantar a recién nacidos está rodeado de un halo de creencias populares y falsos mitos que pueden confundir a las nuevas madres a la hora de lactar, haciendo que surjan dudas y que muchas veces sea difícil para algunas hasta el punto de que, incluso, acaben abandonando la idea de empezar a dar el pecho a sus retoños.

Desde el Servicio de Pediatría del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña llevan años trabajando para promover la lactancia „desterrando, precisamente, esos falsos mitos y esas dudas„ y, sobre todo, para apoyar a las madres, tanto si optan por esa opción como si prefieren dar el biberón a sus pequeños. Con respeto, sin juzgar. Como primer paso, el centro coruñés creó un proyecto y una comisión con 18 miembros de distintas categorías profesionales y de diferentes unidades, grupos de apoyo, de Atención Primaria... De ahí salió la figura de la asesora de lactancia del área sanitaria de A Coruña y Cee, un cargo que en la actualidad ocupa la enfermera especializada en pediatría, con formación específica, Alba Sánchez Ansede. Su misión consiste en apoyar a las mujeres que muestran su deseo de lactar, una intención que incluso han computado: en la Unidad de Neonatos, que pertenece al Servicio de Pediatría, sucede en el 85% de los casos.

"En este centro siempre hemos tenido unas cifras muy elevadas de lactancia", reconoce la pediatra Maribel Taboada, coordinadora del programa de lactancia del Materno, quien explica que en el 15% restante de los casos, a menudo las mamás no le dan el pecho a sus bebés por distintas contraindicaciones, aunque también las hay que, simplemente, rechazan esa opción. "Nuestra responsabilidad es informar para que tomen una decisión y apoyarlas siempre, hagan lo que hagan", remarca Taboada.

En la misma línea se manifiesta Alba Sánchez Ansede, quien sostiene que, en ocasiones, cuando conocen los beneficios de la lactancia, algunas madres cambian de opinión, y en otras, se las ayuda para llevar a cabo el destete. "Tiene que ser una decisión libre y bien informada; nuestra labor es estar ahí para asesorarlas y para ayudarles en lo que necesiten con lactancia materna o con leche de fórmula", recalca.

En paralelo a la creación de la figura de la asesora de lactancia, desde enero de 2018 el Materno Infantil de A Coruña funciona como centro satélite del Banco de Leche de Santiago, recibiendo leche donada por mamás que "hacen un esfuerzo para aumentar su producción", subraya Sánchez Ansede, "con el único objetivo de ayudar a otras mujeres y, sobre todo, a sus pequeños". Los niños que reciben la leche donada, especifica esta enfermera especialista en pediatría, tienen menos de 32 semanas de gestación, menos de 1.500 gramos de peso, algún tipo de cardiopatía congénita, inmunodeficiencias o han sido sometidos a operaciones quirúrgicas o multitrasplante.

El pasado verano, el Materno dio un paso más y empezó a trabajar en la captación de donantes de manera que, en la actualidad, también recoge la leche donada por mamás del área sanitaria de A Coruña y Cee, pero también de la de Ferrol, que evitan así desplazarse hasta el Banco de Leche de Santiago para llevar a cabo la entrega. Una iniciativa que en estos primeros meses ha tenido "una acogida muy buena", recalca Maribel Taboada, quien especifica que los únicos requisitos para donar son "tener un buen estado de salud general, con unos hábitos de vida saludables, y ganas y voluntad de ayudar a otras madres y a sus bebés".

En cuanto a las donantes, Alba Sánchez Ansede destaca dos perfiles: el de las madres que deciden donar porque en algún momento sus bebés se han beneficiado de leche donada y quieren "devolver ese favor", y el de las mujeres que, tras una pérdida gestacional, se decantan por esa opción como "parte del proceso de duelo". "En este último caso, les resulta muy reconfortante. Para ellas supone mucho más que una donación, y para nosotros también, por eso siempre tratamos de arroparlas y de hacer que se sientan lo más cómodas posible durante todo el proceso", subraya la asesora de lactancia del área sanitaria de A Coruña y Cee.

Un brazo en el que apoyarse desde el minuto cero. "Si una lactancia exige vigilancia, nos coordinamos con Atención Primaria y si pierden al bebé igual: nos preocupamos de que sus necesidades emocionales y físicas estén cubiertas", concluye.