Origen. Los bancos de leche materna no son un fenómeno nuevo: el primero del que se tiene constancia abrió en Viena, en 1909, y el siguiente en Boston, un año después. A estas instalaciones pioneras les siguieron nuevas aperturas en otros países que alcanzaron su máximo apogeo en los años 60 y 70, hasta que la epidemia de sida generó reticencias, el cierre de algunos bancos y la oportuna presión de la industria de la leche de fórmula en detrimento de la lactancia natural.

Instalaciones en España. Casi un siglo hubo que esperar para que España inaugurase su primer banco de leche, creado en el año 2001 en Palma e incluido en la Fundación Banco de Sangre y Tejidos de las Islas Baleares. En 2007, tuvo lugar la apertura de la segunda instalación de este tipo en nuestro país, en este caso adscrito a la Unidad de Neonatología en un hospital público, en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. En la actualidad, existen en España quince centros en activo „dos de ellos en Galicia situados en Santiago y en Vigo„, con diferentes modelos: ubicados en las propias Unidades de Neonatología, integrados en los Centros de Donación de Sangre y Tejidos, y modelos mixtos.

¿Cómo funcionan? Los procedimientos principales de un banco de leche son la selección de las donantes y seguimiento de la donación; la recolección y conservación de la leche donada; la pasteurización y realización de análisis de control de calidad y microbiológicos; la distribución a los centros hospitalarios; y la administración de leche pasteurizada a recién nacidos hospitalizados bajo prescripción médica.

Donantes. Son mujeres sanas, con estilo de vida saludable, que lactan satisfactoriamente a su hijo y que deciden además donar su leche de forma altruista para beneficio de recién nacidos enfermos o prematuros. También pueden ser donantes mujeres cuyos hijos están ingresados en las Unidades de Neonatología, y que tienen más leche de la que sus hijos necesitan. En ambos casos, se recomienda esperar al menos tres semanas desde el parto para iniciar la donación, para asegurar que la lactancia esté correctamente establecida. En las situaciones especiales como la muerte intrauterina del feto, del recién nacido o lactante, se acepta la posibilidad de donar leche si la mujer así lo desea. A todas las donantes se les realiza una entrevista personal en la que se obtienen datos sobre estado de salud y hábitos de vida, y un estudio serológico para descartar dolencias potencialmente transmisibles a través de la leche.

Procesamiento de la leche materna. En las instalaciones de los bancos de leche materna, la leche donada ha de procesarse para garantizar su seguridad microbiológica cuyo objetivo es eliminar las bacterias contaminantes y asegurar la ausencia de virus. El tratamiento térmico utilizado por la mayoría de los bancos de leche es la pasteurización mediante el método Holder, el cual se caracteriza por someter a la leche materna a una temperatura de 62.5°C durante 30 minutos para después enfriarla rápidamente en menos de 15 minutos hasta 4ºC. Con el objetivo de garantizar su seguridad, se realiza una análisis microbiológico de la leche una vez pasteurizada. Asimismo, se analiza el contenido de proteínas, grasa, lactosa y energía. Después de este proceso la leche se congela y se almacena hasta su distribución.

Principales receptores de la leche donada. Son los bebés prematuros (nacidos antes de la semana 32 de gestación o con un peso inferior a 1500 gramos),y los recién nacidos sometidos a cirugía abdominal o con cardiopatías congénitas.