Al menos desde hace un lustro el Gobierno gallego licita un servicio para desarrollar un programa de prevención de consumo de sustancias psicoactivas en espacios público de ocio nocturno y botellón, pero esta vez la licitación ha quedado desierta porque ninguna de las dos candidatas ha convencido: una por no llegar a la puntuación mínima y otra por incumplir normas del procedimiento. Con este programa, la Consellería de Sanidade pretende "evitar y reducir" el inicio y la consolidación del consumo de drogas en jóvenes y en adultos "emergentes", y de paso rebajar el impacto de los efectos problemáticas que este consumo produce entre los jóvenes.

Para conseguirlo, a lo largo de estos últimos años los adjudicatarios tenían que desplazarse hasta las zonas de botellón y, además de ofrecer información, asesoramiento y, en su caso, derivación a los recursos preventivo-asistenciales de la red de drogodependencias, realizar un trabajo de educación en la calle. Porque la empresa encargada de esa misión preventiva debe aprovechar estas incursiones en el corazón del ocio nocturno, siempre a las horas de marcha para detectar casos de consumo problemático y adictivo. Además, tendría encomendada la realización de encuestas para averiguar no solo cuáles son los patrones actuales de consumo de los adolescentes, sino también sus actitudes hacia las drogas y sus mitos.

En la licitación, la Xunta encargaba a la empresa o entidad que resultase beneficiaria un mínimo de doce intervenciones por mes, preferentemente en localidades de botellón.