Los niveles de oxígeno en los océanos del mundo descendieron aproximadamente un 2% entre 1960 y 2010, según un informe presentado ayer en la Cumbre del Clima (COP25) de Madrid. La bajada, llamada desoxigenación, se atribuye principalmente al cambio climático, aunque otras actividades humanas contribuyen al problema. Las amenazas a la vida marina, las pesquerías y los ecosistemas están aumentando por el incremento de la pérdida de oxígeno en los océanos, según alerta la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).

El estudio advierte de que la desoxigenación o pérdida de oxígeno provocada por el cambio climático y la contaminación de los nutrientes es una amenaza creciente para las pesquerías y especialmente para grupos de especies como los atunes, el pez espada y los tiburones. La directora general de la UICN, Grethel Aguilar, señala que el informe denuncia que la escala del daño que el cambio climático está provocando sobre los océanos se convierte en el punto estrella. "Mientras el océano cálido pierde oxígeno, el delicado equilibrio de la vida marina es lanzado al descontrol", ha concluido Aguilar, que ha insistido en que "los potenciales efectos extremos en las pesquerías y en las comunidades costeras más vulnerables hacen las decisiones que se adopten en el marco de la Cumbre del Clima incluso más cruciales". En ese sentido, añadió que, para detener la pérdida de oxígeno junto a otros impactos desastrosos del cambio climático, los líderes mundiales deben comprometerse de inmediato para cortar de forma sustancial las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

El informe La desoxigenación del océano: un problema de todos es el mayor estudio con revisión de partes que avanza más en las causas, los impactos y las posibles soluciones para la desoxigenación de los océanos. En él 67 científicos de 51 instituciones de 17 países, es "el más extenso sobre los océanos".

Entre sus conclusiones, afirma que las regiones del océano con bajas concentraciones de oxígeno se están expandiendo, con alrededor de 700 enclaves en todo el mundo afectadas por las condiciones de bajo oxígeno, cuando en los años 60 éstas apenas llegaban a 45. En el mismo periodo, el volumen de aguas anóxicas, es decir zonas completamente carentes de oxígeno en el océano se han cuadriplicado, según el informe.

El responsable de ciencia marina y conservación del programa marino global y del programa polar de la UICN, Dan Laffoley, aseguró en la presentación del informe que "la gente necesita oír sobre la desoxigenación de los océanos tanto como del calentamiento global o de la acidificación". "Esta es, quizá, la última llamada para despertarse de los incontrolados experimentos humanos que están dañando los océanos del mundo tanto como las emisiones de carbono sigan incrementándose", advirtió.