Desde el nacimiento de la ONCE hace 81 años, varios conceptos han circulado ligados a su función al lado de la sociedad española, y se han convertido en las señas de identidad de esta marca con nombre de número. Conceptos que aparecen en la ciudadanía para conformar eso que ha dado en llamarse el imaginario colectivo y que giran en torno a una idea: la iniciativa de las personas ciegas y con otras discapacidades que, sintiéndose diferentes, quieren ser tratadas como iguales.

Inclusión, discapacidad, ilusión... iguales, son términos que se asocian a la ONCE, una organización que nace del concepto más básico de sociedad civil (como una iniciativa de ciudadanos que se organizan en busca del bien común) y que arranca con una idea innovadora y absolutamente revolucionaria para tratar de dar soluciones a muchos de esos ciudadanos: la inclusión real y autonomía plena de las personas ciegas y con discapacidad en todos los ámbitos de la vida.

Hoy nos puede parecer algo normal „aún sin que se haya conseguido plenamente„ pero hace casi un siglo supuso una revolución de las personas ciegas que, siempre al lado del resto de personas con discapacidad, buscaron en la unidad la solución para su realidad social, pero sobre todo, su realidad humana de exclusión y abandono. Querían ser iguales.

Porque si, continuando con el concepto de sociedad civil, la entendemos como el universo que trata a todos los individuos/ciudadanos como iguales, aquellos primeros activistas de la discapacidad que conformaron las primeras organizaciones de ciegos de España (previas incluso a la ONCE), eran claramente unos adelantados a su tiempo.

Unos utópicos que predicaban la inclusión para mirar a cada persona como lo que es, para dar a cada cual la oportunidad de desarrollarse sin tener en cuenta sus discapacidades y sí sus capacidades. No se trata de tratar a todos por igual, porque todos partimos con nuestras diferencias, pero sí aspirar a que todos seamos iguales en el acceso a derechos y oportunidades.

Iguales en la calle; iguales en el trabajo; iguales en el colegio; en el parque; en el deporte; en el ocio; en la familia.... Iguales en la vida o ante las instituciones, compartiendo siempre de ciudadano a ciudadano la realidad que nos toca vivir. Iguales como concepto de inclusión en el que se trata de proporcionar a cada individuo todo lo que necesita para sentirse ciudadano de una sociedad que nos pertenece a todos. Iguales porque desde el respeto a la diferencia, reivindicamos que lo que realmente necesitamos es sentirnos iguales.

Todos circulamos en torno a una serie de anhelos e ilusiones (a veces similares y otras muy distintas), pero con la necesidad de disfrutar cada uno a nuestra manera; y, sin embargo, son aspiraciones que parten de la base de sentirnos iguales para poder luego cada cual ser como quiera ser. Y, qué curioso, quienes se arroparon con la necesidad de sentirse iguales, lanzaron en la calle un grito que pronto se hizo sentir, notar y hasta echar de menos en muchas esquinas, plazas, calles, bocacalles, pasadizos y lugares de paso en pueblos y ciudades de Galicia: ¡Iguales, para hoy, iguales!

"Iguales para hoy" dignificó a la personas ciegas para definir un grito de inclusión que hacía referencia a sus cupones, que se imprimían iguales, pero que escondía detrás algo mucho más grande, que pronto caló en la ciudadanía: la realidad de sentirse iguales de quienes no lo habían sido nunca; iguales para hoy, iguales para mañana, iguales para siempre. Porque iguales es un concepto que nos ha movido siempre y que, desde el Grupo Social ONCE, queremos seguir gritando con fuerza. Necesitamos trabajar como iguales; estudiar como iguales; conversar como iguales; vivir como iguales y, desde esa perspectiva, dibujar sociedades mejores para hoy, para mañana, para siempre.

Y no estamos ni queremos estar solos; nos sentimos parte de una ráfaga de acción e innovación social que debemos impulsar como protagonistas y colaboradores de cuantos movimientos y acciones caminan en esta línea de prosperidad y futuro: partícipes de la economía social (junto a Cepes y otras iniciativas); del Tercer Sector; de las Organizaciones de Acción Social; o de cuantas iniciativas se mueven en esta dirección.

Estamos alineados con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas que, con total rotundidad, en su Objetivo número 10, titulado "Reducción de las desigualdades", apunta que, a pesar de que la protección social se ha extendido significativamente en todo el mundo "las personas con discapacidad tienen hasta cinco veces más probabilidades de enfrentarse a gastos de salud calificados de catastróficos". Han oído bien, catastróficos, es decir, todo lo más alejado posible de iguales.

Por esto, sentirnos todos iguales y pelear por seguir ese camino que iniciamos hace justo 81 años es una de las máximas de la ONCE y del Grupo Social ONCE. Conseguir oportunidades para personas con discapacidad creando así un mundo más sostenible, sin dejar a nadie atrás. Lograr que la desigualdad que siempre ha perseguido „y persigue„ a las personas con discapacidad en todo el mundo lo sea cada vez menos. Y por eso hemos gritado, gritamos y gritaremos iguales. Para hoy, para mañana, para siempre, IGUALES. Los ciudadanos de Galicia nos permiten hacerlo posible.