La bruja, el juego. Imagina una máquina tragaperras pero online. Puedes ganar búhos o murciélagos. Juntar tres sombreros y conseguir amuletos. La que te habla es Aramís Fuster. Accede a su bola de cristal y Aramís te predice el futuro. O te prepara unas pócimas en sus calderos. O te echa las cartas. Aramís Fuster, la bruja está en el casino digital. Su reino virtual se sitúa en la montaña mágica del Tibidabo. A Aramís, que lo ha sido todo en sus siete vidas, le faltaba esto. La pitonisa ha augurado a los creadores los mayores éxitos. Para eso juega en casa. Suma su nombre a otros famosos: Chiquito, Barragán, María Lapiedra, El Dioni... Aramís, desde que anda un poco apartada de las cámaras, mientras espera que vuelvan a llamarla, y para aprovechar las horas nocturnas, porque ella no duerme, estaba trabajando en dos líneas: esta o una reformulación de la teoría de la relatividad. Aramís mantiene discrepancias con Einstein en ciertos puntos. Una psicóloga que la escuchó en televisión determinó que tiene pseudología fantástica. Pues igual.

El metro. Tamara a veces cocina, a veces no. Incluso, en alguna ocasión, puntual, por supuesto, va en metro. No siempre. De noche, jamás. Noche y suburbano, eso ya sí que no. Se lo anticipó a Bertín. Bertín se anticipó en muchos aspectos. En las baladas, en las rancheras, en los concursos de emparejamientos, en las entrevistas en el sofá... Con él frió Tamy sus primeros huevos. Y le confesó lo del metro. Como la cosa más loca que había hecho. La segunda fue desplumar aves. Tamara será un poco pija, y hablará medio en inglés medio no, pero no se pone a los fogones por menos de un Nobel entre el público. No lo puede decir todo el mundo. Aunque todo el mundo vaya en metro. Bueno, no todo el mundo. María Teresa, no. Ella tiene chófer.

El villancico. Dejando a un lado el trinchado del pavo y los polvorrones de Leticia Sabater, si una tira más a tradicional, recurre a los clásicos.Y qué más clásico, más tradicional, más familiar, más entrañable y con más verdad que el dúo María Teresa y Edmundo. La pareja entonó, hace dos años, a dos voces el eterno Ven a mi casa esta Navidad.Tan lindo les quedó que lo utilizaron a modo de Christmas. Porque gentes con tanto empaque tienen christmas oficial, como los reales. Este año han reciclado el mismo villancico, por economías o por pereza, o porque lo que es irrepetible, es irrepetible. Ahí está el tamborilero, década tras década, y nadie se queja.

El hamster. Los abazones son recursos fascinantes y extraordinarios. Los abazones son las bolsas que algunos animales tienen en sus cachetes, mofletes, mejillas o carrillos para acumular, guardar y transportar alimentos en ellas. Las ardillas. O los hámsters. Los hámsters pueden estirar sus elásticos abazones hasta las caderas, se expanden por los omóplatos cuando están llenos hasta triplicar su tamaño y son capaces de meter en ellos cinco zanahorias. La BBC lo demostró con rayos X. Algunas personas retocan sus mejillas, estiran sus rostros, rellenan sus pómulos, con fines estéticos. A Kiko Hernández, exconcursante pionero de Gran Hermano, colaborador y eventual presentador de espacios publicitarios, los nuevos mofletes enhiestos de Anabel, sobrina de la folclórica, le recuerdan a los hámsters. Por los abazones.

Los rizos. El cabello afro es la textura natural del cabello de ciertas poblaciones. Cada hebra de este tipo de cabello crece en una pequeña forma de hélice con forma de ángulo. Esto le confiere una apariencia rizada y densa. Lucir el pelo afro al natural, a lo largo de la historia, ha sido un acto reivindicativo, y hasta político. Isabel Pantoja no tiene, por genética y origen, el cabello afro. Sí es poseedora de una característica y famosa melena larga larguísima, densa, fuerte y zahína. A lo largo de su trayectoria vital y artística, se ha mantenido siempre fiel a la melena si bien ha alternado el cabello suelto, ligeramente ondulado, con la coleta tirante o el moño bajo. Ahora Maribel, en enésima reinvención,adelanta una nueva imagen rayana al black power. El moreno de piel lo tiene, le bastan cuatro rayos de sol, como se vio en la isla. Y la larga melena oscura, por más que especulen. Ha añadido ahora ese toque de pómulo alto, altivo e irisado y los rizos helicoidales, el pelo frito, de las grandes divas nacidas con cabello afro. Isa P. ya es otro estilo.