Algo que se ajuste a la edad y los intereses del niño, pero sobre todo que le sirva para interactuar y jugar con otras personas. Estas son las claves que los Reyes Magos y Papá Noel tienen que tener presentes a la hora de elegir qué juguete regalar, según explican los pedagogos gallegos, quienes recuerdan la importancia del juego en el desarrollo y la educación de los pequeños. "Hasta los 10 años hay que tener muy en cuenta la edad del niño, pero no todos los juguetes sirven para todos, también hay que tener presente si es un niño creativo y le gustará más la plastilina o algo de pintar o si por el contrario es más de juego físico: de pelotas, bicicleta, etc.", indica el presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia, José Manuel Suárez Sandomingo, quien deja claro, sin embargo, que "el mejor regalo son los padres, que tengan tiempo para jugar con ellos".

Cada vez son más los niños que en Navidad reciben un gran número de regalos y saben que prácticamente todo aquello que incluyan en su carta aparecerá bajo el árbol. Pedagogos y psicólogos alertan de que es un error y de sus posibles consecuencias. "Hay que educarles para que sepan que no todo lo que pidan se les puede regalar y organizarse entre los familiares para que sea un número de regalos reducido", indica Suárez, quien asegura que ante tanto aluvión de juguetes nuevos, los niños terminan distrayéndose y si no tienen con quién disfrutar del juego, incluso se aburren. "Lo ideal es ver cuales son aquellos que más le atraen o le han llamado la atención y guardar el resto que se les sacará paulatinamente", sostiene el presidente de Apega, desde donde dan consejos sobre cuales son los juguetes ideales en función de la edad del niño.

Menores de un año. Es la época de los juguetes sensoriales que potencien la observación, la capacidad auditiva y a medida que crece, la manipulación del bebé. Móviles con luces para la cuna, mordedores, sonajeros o juguetes "con sonidos para estimular la capacidad auditiva" son algunos de los regalos ideales para un bebé. "Una de las novedades a estas edades es que cada vez más empresas realizan los juguetes en madera o cartón y no en plástico", indica José Manuel Suárez Sandomingo.

De uno a 2 años. Es la etapa en la que el niño comienza a andar y a interactuar con su entorno. Por ello, los expertos aconsejan desde correpasillos y juguetes que el niño pueda arrastrar mientras camina a todos aquellos juegos de construcción o encajables „torre de cubos, pirámide de aros o juguetes con huecos para encajar piezas„ para que mejore su manipulación y su concentración. "Tienen que ser juguetes pequeños porque el niño no tiene una manipulación fina, pero con piezas grandes porque se lo lleva todo a la boca. Además, es mejor que sean muy coloridos", indica Suárez, quien resalta que "al ser también la época en la que el niño empieza a entender el lenguaje es muy buena la lectura de cuentos para captar su interés" y que amplíe su vocabulario.

De 2 a 3 años. Los juegos de construcción sencillos y acordes a cada edad se mantienen como una buena idea de regalo en esta etapa, donde también pueden empezar a manipular plastilina o jugar con pintura de dedo. Instrumentos musicales, animales de peluche y todo tipo de juguetes para usar al aire libre son otras de las opciones.

Tres años. El niño ya tiene un lenguaje más comunicativo, es autónomo y tiene cierta agilidad a la hora de manipular los objetos. Por ello, los pedagogos gallegos aconsejan optar ya por juguetes interactivos, es decir, aquellos en los que puedan jugar con otras personas. “Aunque de momento no entiende realmente las condiciones para el juego colectivo, ya puede interactuar con otros niños”, indica Suárez, quien asegura que es la edad de pelotas, triciclos o juegos similares. A partir de esta edad también puede recurrirse al juego simbólico, es decir, todo aquello que simula la vida de adulto (desde cocinitas y coches a muñecos), pero eso sí, los expertos aseguran que los niños “no son conscientes de qué es y para que sirve cada cosa. “Pueden jugar con la cocinita e imitar lo que hacen los mayores, pero no son conscientes de qué hacen”, asegura.

Cuatro años. El desarrollo del niño permite regalar ya juguetes con algo más de complejidad. Es la época en la que pueden realizar puzzles sencillos, comenzar a pintar o jugar con recortables o libros de pegatinas que ayudarán a mejorar su motricidad fina y saber también entretenerse de forma relajada y sentados. Para favorecer la destreza física se recomiendan bicicletas con ruedines o patinetes. Los expertos también aseguran que es una edad en la que los disfraces tienen mucho aceptación entre los pequeños.

De 5 a 6 años. Los pequeños ya saben jugar según unas normas sencillas, de forma que es el momento en el que se pueden introducir los juegos de mesa, siempre adaptados a estas edades. “Antes no son conscientes de las reglas, ni de tiempo, ni de espacio, por eso no es raro que en mitad de la partida digan que no siguen”, sostiene José Manuel Suárez, quien recuerda que a partir de los 5 también los niños “empiezan a entender el mundo de los adultos” y por ello ya pueden jugar con un coche de policía, un mercado o un tren “siendo conscientes de qué son, no solo por imitación”. Además, los expertos recuerdan que es una época en la que los niños tienen ya capacidad de imaginar y crear mundos de fantasía, de ahí la importancia de los libros.

Siete años. El niño ya comprende perfectamente las normas y además, en el colegio, ya ha adquirido conocimientos en diferentes materias (ciencia, naturaleza, matemáticas). Por ello, desde Apega, sostienen que una buena opción son los juegos de mesa educativos (de preguntas y respuestas o sobre una temática concreta), juegos de construcción cada vez más complicados que estimulen su destreza y concentración y juguetes vinculados a determinadas áreas como aquellos en los que se juega aprendiendo anatomía , que permiten hacer experimentos de laboratorio o criar tus propias plantas, entre otros. Otra opción son regalos personales tipo un reloj puesto que ya conocen perfectamente su funcionamiento.

De 8 a 9 años. “Es la etapa de la clasificación, de la colección”, indica Suárez, quien señala que los niños comienzan a manifestar ya un claro interés por ciertos temas y por tanto se le puede regalar aquello que empiezan a coleccionar “desde cromos a sellos o muñecos pequeñitos”. Se mantienen todos aquellos juguetes que simulan la vida de adultos (camiones, garajes, supermercados, kits de doctor o de bricolaje, casas de muñecas, etc.), pero ahora los niños van un paso más allá. “El niño ya no solo juega con el coche, por ejemplo, sino que planifica aventuras”, indica este experto, quien recuerda que en esta época “el niño ya no es solo consciente de lo que ve sino de lo que siente y por ello son importantes los cómics, los libros de aventuras, etc.”.

A partir de 10 años. Al superar esta edad, los pedagogos reconocen que los niños ya tienen una personalidad marcada, con sus propios gustos y que los Reyes Magos y Papá Noel deben guiarse por ellos. “Desde los 10 y hasta la adolescencia es la época de libros, juguetes electrónicos como un ordenador, etc.”, indica Suárez.