La ONG Médicos sin Fronteras aprecia cierta ralentización en el ritmo de aparición de nuevos casos de ébola en República Democrática del Congo, una señal "positiva" que en ningún modo permite olvidar que esta epidemia sigue siendo una "grave crisis de salud pública" sin final, de momento, a la vista. Según las cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad de RDC, hasta el pasado 25 de diciembre se tiene constancia de 3.253 casos de ébola confirmados que han desembocado en 2.228 fallecimientos desde la declaración oficial de la epidemia en agosto de 2018, la segunda más grave de la historia del país.