José González Solla, fundador de Casa Solla (Poio), falleció el pasado domingo a los 91 años. Más conocido como Pepe Solla padre, se labró un merecido prestigio en el mundo de la restauración a través de un trato cercano y una calidad culinaria basada en productos de la tierra, una fama que creció aún más tras lograr la primera estrella Michelin para un restaurante gallego en 1980.

En la actualidad es uno de sus tres hijos, el reconocido chef Pepe Solla, el que lleva las riendas del negocio que siempre está en las quinielas de restaurantes que optan a la segunda estrella.