La firma sueca Ikea deberá pagar 48 millones de dólares (41 millones de euros) a los padres de un niño de dos años que falleció tras caérsele encima una de sus cómodas, según informaba ayer la cadena británica BBC.

El mueble, de unos 32 kilos que cayó sobre el pequeño en mayo de 2016, era del modelo Malm, retirado del mercado en Estados Unidos y Canadá un año antes cuando se produjeron otros dos fallecimientos de niños por aplastamiento al volcar la cómoca. Entonces, la firma sueca llegó a un acuerdo con las autoridades suecas para indemnizar a las familias con 48 millones.

Los abogados de la familia que será ahora indemnizada con 41 millones de euros asegura que se trata de la mayor multa por una muerte infantil en la historia del país.

Hace cinco años, en 2015, la compañía sueca lanzó una campaña para advertir a sus clientes de la necesidad de anclar a la pared este tipo de muebles para evitar que se vuelquen. Pese a ello y tras los accidentes registrados en los últimos años, Ikea decidió retirar del mercado el modelo de cómoca Malm en Estados Unidos y Canadá ya que presentaba fallos de seguridad en las piezas y hacía que no fuese estable y hubiese riesgo de caída.