En un mundo hiperconectado que aturde la capacidad de pensar por nuestra cuenta hace falta recuperar los valores del humanismo, propone la Fundación Ethia durante su presentación este jueves en la Real Academia de Ingeniería, donde científicos e ingenieros de datos, expertos en algoritmos y ciberseguridad, filósofos y pensadores se conjuraron para alertar de los riesgos del mal uso de la inteligencia artificial y anunciaron la creación de herramientas tecnológicas para prevenirlos y garantizar la capacidad de decisión de los ciudadanos que alegremente regalan sus datos a las grandes tecnológicas.

Ethia pone en su punto de mira la proliferación de las 'fake news' que amenazan a las democracias, avisa de que los algoritmos pueden ser sexistas, racistas e incluso clasistas y exige la privacidad y la protección de los datos de los ciudadanos.

La Fundación Ethia nace con la vocación de ser un referente en el ámbito social, empresarial y político para la creación de instrumentos tecnológicos y procedimentales que garanticen que la inteligencia artificial se rija por criterios éticos, supeditada siempre al interés de las personas para contribuir a su desarrollo y no a su control.

Controlar los algoritmos

"Impulsar plataformas tecnológicas para que los ciudadanos puedan controlar los algoritmos y asegurarse de que son ecuánimes, sin sesgos y transparentes", reveló José Luis Flórez, doctor en Economía y Matemáticas, experto en inteligencia artificial y flamante presidente de la Fundación Ethia cuya presidencia honorífica ostenta el catedrático emérito de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid, Emilio Ontiveros.

Firme defensor de regular y controlar la fiscalidad de las empresas que ofrecen servicios digitales, Ontiveros, presidente también de Asesores Financieros Internacionales no se cansa de avisar de que los nuevos modelos de contratación de los negocios digitales "fantasmales" pueden poner en riesgo las pensiones al eludir con diferentes triquiñuelas sus aportaciones a la caja común de la Seguridad Social, pilar básico del Estado del Bienestar.

Enseñar valores

Junto a Ontiveros y Flórez participaron en la presentación de Ethia Carlos Beldarrain, director de desarrollo de servicios de Minsait, que recomendó "enseñar valores a las máquinas" para que no se nos vuelvan en contra, y Eduardo García-Rico, jefe de oncología de HM y profesor de Ética Médica en la Universidad San Pablo CEU. García-Rico, convencido de que los algoritmos nunca sustituirán a los médicos.

La idea de esta iniciativa es convertirse en un foro que acoja al talento del ámbito científico para controlar los algoritmos en una sociedad empachada de información pero que paradójicamente está cada vez más desinformada. Delegamos nuestras decisiones en la inteligencia artificial sin conocer los riesgos que eso entraña, lamentan los impulsores de la Fundación Ethia al advertir que esa hipereficacia de los algoritmos responde casi siempre a intereses privados camuflados en mecanismos coercitivos.

"Vamos a vigilar al vigilante", avisan, al tiempo que invitan a científicos, expertos en big data, políticos, filósofos y juristas a sumarse a esta aventura con la que pretenden mejorar lo humano sin despreciar los avances tecnológicos que han llegado para quedarse.

La inteligencia artificial tiene que ser controlada pública, ética y legalmente, consideran los fundadores de Ethia que han logrado ya la adhesión a su comunidad de instituciones de reconocido prestigio en el ámbito científico-tecnológico, varias empresas y expertos en inteligencia artificial.