Cádiz fue, hasta al menos una avanzada etapa de la época romana, un archipiélago formado por dos islas (Erytheia y Cotinussa) separadas por un canal, según ha revelado una investigación arqueológica hecha pública este viernes.

Un equipo de 25 investigadores de nueve universidades y centros de cuatro países diferentes (España, Francia, Italia y Alemania), liderados por la Universidad de Cádiz, ha realizado este descubrimiento; un fondeadero bajo las instalaciones del actual edificio Valcárcel -a entre 25 y 50 metros de profundidad-, donde se han encontrado los restos de un canal natural que estuvo abierto entre época fenicia arcaica y al menos el Alto Imperio.

Con ello, los científicos han constatado que Gadir-Gades se dividía en al menos dos islas (Erytheia y Cotinussa), no unidas en la Antigüedad, pero comunicadas por este canal que tuvo un uso intenso en época fenicio-púnica y romana.

El investigador principal de este hallazgo, el catedrático de Arqueología de la UCA Darío Bernal, ha explicado que representa un "cambio de paradigma paleotopográfico", y que confirma parte de estudios anteriores sobre la hipótesis de la existencia de un canal.

El rector de la Universidad de Cádiz, Francisco Piniella, destaca que este trabajo, en el que se ha empleado la tecnología "más innovadora y vanguardista en el ámbito de la geoarqueología de profundidad", cambia "la perspectiva y el conocimiento arqueológico e histórico que se tenía hasta el momento de la historia de la ciudad de Cádiz, principalmente de la zona del entorno de la playa de La Caleta".

Y ha añadido que no supondrá "un obstáculo arqueológico" para el proyecto de convertir el edificio Valcárcel en la futura sede de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Cádiz. En breve se realizarán nuevos sondeos geotécnicos para verificar la sección completa del canal.

Con ello se ha logrado un "excepcional archivo sedimentario soterrado" de restos arqueológicos (cerámicas, maderas, animales y plantas) de gran riqueza.

Los investigadores creen que este hito abre múltiples posibilidades para análisis medioambientales, paisajísticos e históricos.

El estudio ha tenido eco en publicaciones como Archivo Español de Arqueología y Scientific Drilling.