La Asociación Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC), puesta en marcha en 1996, ha atendido desde su creación a más de 3.000 pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) de Galicia, Asturias y Castilla-León.

A BAC lleva más de 20 años en funcionamiento. ¿Ha cambiado el perfil del paciente con TCA desde sus inicios?

El perfil es cada vez más difuso. El grupo de riesgo, cada vez más amplio. La edad en sí misma no es una barrera para la aparición de un TCA. Desde la infancia hasta la vejez la relación con la comida puede ser la expresión de un malestar interno o con el entorno. Notamos un repunte de estos trastornos, y en la clínica vemos un aumento del trastorno por atracón.

La edad no es una barrera para la aparición de este tipo de trastornos, ¿continúan siendo, no obstante, más habituales entre los adolescentes?

La adolescencia es un periodo de cambios a nivel físico y psicológico, en el cual la persona se construye y elabora una definición de sí misma. Surgen dificultades y retos a los que enfrentarse, que a algunas personas les hacen pensar y sentir que son irresolubles. En las que tienen predisposición a desarrollar un TCA, el trastorno actúa como una falsa solución a través del control de la comida y el cuerpo.

¿Qué rasgos tienen en común los pacientes con TCA?

La herencia influye en la susceptibilidad para desarrollar este tipo de trastornos. A nivel biológico, se han detectado anomalías en la neurotransmisión cerebral, así como disfunciones en el eje hipotálamo-hipofisario y gonadal. Y a nivel psicológico, la existencia de una estructura psicológica frágil, autoestima deficitaria, un estilo cognitivo demasiado rígido y dificultad para la expresión de emociones.

¿Qué papel desempeñan las familias en todo el proceso?

Son un pilar fundamental para favorecer el proceso de recuperación. Cuando en el seno de una familia aparece un TCA, surgen miedos difíciles de manejar, muchas preguntas „como ¿qué puedo hacer yo?, ¿por qué ha pasado esto?„ y sentimientos de culpa. La familia necesita estar informada sobre la enfermedad y sobre cómo cursa el trastorno, de ahí que trabajemos con ellos desde el inicio del tratamiento.

Uno de los programas de ABAC está dirigido a fomentar la prevención. ¿Aún falta concienciación sobre los TCA?

Tan importante es la concienciación sobre los TCA como realizar acciones que promuevan la prevención en los contextos familiares, sociales, educativos y sanitarios, para mejorar la alimentación, la imagen corporal, el autoconcepto y autoestima, o la asertividad y las habilidades sociales, de la niñez y la juventud.