Personalizan la anorexia y la bulimia, otorgándoles nombres (Ana y Mía) y tratándolas como amigas. Aconsejan prácticas sumamente peligrosas, enmarcadas en un discurso contraproducente que exalta la extrema delgadez como un "estilo de vida", sin tener en cuenta sus gravísimas consecuencias para la salud. Ante la incesante proliferación de páginas web que hacen apología de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), la Asociación de Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC) Asociación de Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC) acaba de iniciar una recogida de firmas en la plataforma Change.org para reclamar una normativa que actúe contra esos espacios de internet. La campaña, bajo el lema Por un mundo sin Ana y Mía, echó a andar esta misma semana, coincidiendo con la fecha elegida por los portales pro-anorexia y pro-bulimia „el 16 de enero„ para celebrar la prevalencia de estos TCA.

La idea surge ante la necesidad, cada vez más evidente, de "crear una normativa que acabe con los espacios que hacen apología de los trastornos de la conducta alimentaria en internet". "Demandamos que las autoridades responsables se informen y sensibilicen sobre los TCA, para que así se den cuenta de que es vital acabar con estos espacios lo antes posible, así como la creación de una normativa que ponga fin a este tipo de espacios. Que hagan su trabajo", destaca el responsable de comunicación de ABAC, Jorge Garnelo, quien especifica que no existe ninguna normativa a nivel nacional, y que la única comunidad autónoma que ha conseguido que se cree una es Cataluña. "Gracias a la labor de la Mesa de Diálogo para la Prevención de los TCA, coliderada por la Agencia Catalana de Consumo y la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), el Parlamento de Cataluña aprobó en marzo del 2019, de forma unánime, el Decreto ley que actúa contra las páginas que hacen apología de la anorexia y la bulimia en Internet y redes sociales a través de la modificación del Código de Consumo de Cataluña. Este caso sirve para demostrar que sí se pueden cambiar las cosas. Ahora que el primer paso ya se ha dado, es hora de terminar la carrera", subraya.

Garnelo lamenta que "no llegue la suficiente información para crear sensibilidad y conciencia sobre este tema", de ahí que sea necesario llevar a cabo acciones como la recogida de firmas que acaba de iniciar ABAC, ya que los contenidos que hacer apología d los TCA "circulan por múltiples foros, chats, blogs, apps, redes sociales, etc." y es "muy fácil encontrarlos". "Entrando en el buscador de un blog tan famoso como Tumblr, por poner un ejemplo, y escribiendo 'princesa Ana' o 'princesa Mía' encontramos una infinidad de cuentas que promueven los trastornos de la conducta alimentaria", reitera.

ABAC recuerda que "los espacios que hacen apología de los TCA suponen un grave peligro para la juventud, especialmente del sexo femenino", ya que la mayoría de los usuarios que los frecuentan son chicas (95%), menores de edad (78%) y personas que se encuentran en la fase inicial de su trastorno (70%). Los más conocidos son las páginas Pro-ANA (anorexia) y Pro-MÍA (bulimia), que "fomentan métodos inadecuados para perder peso y exaltan modelos de extrema delgadez, definiendo la anorexia y la bulimia como un estilo de vida", indica la asociación coruñesa, que entre 2006 y el 2011 constató un incremento de esas webs "del 470%". Algunas de las peligrosas prácticas que promueven para adelgazar son las denominadas carreras de kilos, el consumo de fármacos sin supervisión médica, las dietas restrictivas y los autocastigos. "Todas carecen de fundamento científico, además de poner en riesgo su salud física y mental", alerta el colectivo.

En este alarmante contexto, la incidencia de los trastornos de la conducta alimentaria no deja de crecer. "En nuestro centro se produjo un ligero aumento en 2018, con una media anual de 94 pacientes (frente a los 84 de media del año anterior)", explica el responsable de comunicación de ABAC, quien explica que la entidad ofrece un servicio de intervención terapéutica a través de un tratamiento "integrado por cinco áreas terapéuticas: atención psicológica, atención psiquiátrica, reeducación de la conducta alimentaria, educación social y recuperación física funcional". "Además, disponemos de un comedor terapéutico y realizamos acciones de prevención, asesoramiento nutricional con soporte psicológico y otras actividades terapéuticas", remarca Jorge Garnelo.