Las farmacias españolas llevan más de dos años con dificultades para abastecerse de algunas medicinas, un problema que, lejos de resolverse, se enquista. El número de fármacos con problemas de suministro en las boticas suele oscilar entre los 500 y los 600. Los últimos datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad, cifran en 533 las faltas. Escasean ciertos analgésicos, ansiolíticos y fármacos para el corazón, la tensión o la circulación, e incluso antibióticos o anticonceptivos, entre otros. Pero también medicamentos de uso hospitalario. Un ejemplo sería la Mitomicina, en situación de desabastecimiento temporal desde el pasado 8 de noviembre (Mitomicina Medac 40 mg), y desde el 2 de diciembre (Mitomicina Accord 20 mg). Este preparado, para solución intravesical o inyectable, se administra para tratar, por ejemplo, tumores de vejiga de bajo riesgo no invasivos (etapa 0) o mínimamente invasivos (etapa 1). Algo así como una quimioterapia de baja intensidad. Según el Centro de Información del Medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, la fecha prevista para el restablecimiento del suministro era el pasado viernes, 17 de enero, con lo cual el abastecimiento debería normalizarse "en los próximos días".

No obstante, cabe destacar que del más de medio millar de medicamentos que no llegan o lo hacen a cuentagotas a las farmacias españolas (a pie de calle u hospitalarias) en la actualidad, hay sustitutos para ocho de cada diez. Ocurre con fármacos tan conocidos como el antipirético infantil Dalsy „indicado para el alivio sintomático de la fiebre y los dolores leves y moderados„, el ansiolítico Trankimazin o el Adiro, que toman quienes han tenido algún accidente cardiovascular.

Cuestionado sobre este asunto, el farmacéutico coruñés Carlos Varela, consejero del grupo Cofares y vicepresidente del Grupo Europeo de la Distribución Farmacéutica (GIRP), reconocía en una entrevista con LA OPINIÓN que el desabastecimiento de medicamentos "preocupa mucho" a los profesionales del sector, aunque insistía en que en que no había "motivos para la alarma". "Ningún enfermo se va a quedar sin medicinas para tratar sus dolencias. Tenemos un buen sistema sanitario, y gracias a la labor de los profesionales de las oficinas de farmacia y de los hospitales, disponemos de alternativas para las moléculas desabastecidas: medicamentos de sustitución, elaboración de fórmulas magistrales...", señalaba, e insistía en que "ni las farmacias ni la distribución son responsables de los casos de desabastecimiento, que responden "a un problema global, en el que concurren multitud de factores".

"La concentración de la fabricación de principios activos y de producto terminado en países asiáticos „como China o la India, donde a las grandes farmacéuticas les sale más rentable producir„, que dificulta la necesaria flexibilidad para responder a picos inesperados de demanda y aumenta el impacto en caso de que se registren incidencias en algunas de las plantas de elaboración, es una de las causas principales, al igual que el bajo precio de los medicamentos que desincentiva su comercialización", indicaba el vicepresidente del GIRP.

Más sanciones

Para tratar de poner fin a la falta de suministro de fármacos, la Aemps puso en marcha el pasado año el Plan de Garantías de Abastecimiento de Medicamentos 2019-2022, que pretende actuar "tanto sobre las causas como en la reducción del impacto de las consecuencias", porque, según reconoce el propio documento, esta situación "supone una importante sobrecarga para médicos, farmacéuticos y administraciones sanitarias, con elevados costes asociados". Entre las medidas propuestas por la Aemps, destaca una revisión de la política sancionadora, para que los expedientes se gestionen "en función del impacto clínico y la gravedad del problema de suministro originado", para que ejerzan así un efecto disuasorio. Para ello, sugieren incluir la sanción grave por impacto en la salud en el Real Decreto 1/2015, y "progresar en la política de sanciones", discutiendo los aspectos necesarios para que sea efectiva.