Judith Mascó, Verónica Blume, Vanessa Lorenzo y Martina Klein se subieron de nuevo a la pasarela de Andrés Sardá, durante la primera jornada de desfiles de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, en un emotivo desfile en el que la firma reconectó con sus orígenes, que fueron pioneros en unir "modelos, espectáculo y desfile" un mismo show. Andrés Sardá, fallecido el pasado mes de septiembre, recibió un homenaje con un evocador desfile en el que se recordó su legado y, al mismo tiempo, se mostró el nuevo trabajo de la firma en el que prima color, volumen y mucho optimismo.

Si en el desfile de Andrés Sardá se recordó la figura de su creador con una lencería en la que mantilla fue la protagonista, en el de Roberto Diz se vio una colección inspirada en noticias que se ven un telediario sobre situación política, migraciones o cambio climático.

Ágatha Ruiz de la Prada, por su parte, llevó a la pasarela un viaje lleno de color a Marruecos con una declinación del clásico caftán llena de luz, intensa como es ella y cálida con abrigos que acogen el cuerpo para escapar del frío. Un desfile que, como siempre, estuvo cargado de energía, pero que momentos antes desbordó emoción ante el recuerdo que hizo la diseñadora a Mirem, su mano derecha, que falleció recientemente.

Con el deseo de mostrar las tripas de su costura y el trabajo en su taller, Miguel Marinero montó sobre la pasarela un rincón donde parte de su equipo, entre maquinas de coser, tijeras y patrones, ha cortado el cuero necesario para confeccionar un abrigo. El diseñador presentó una colección inspirada en elementos arquitectónicos.