El hermano de David Lema siempre padeció del riñón y cuando en una de las llamadas habituales para saber cómo estaba, este le dijo que precisaba un trasplante, no lo dudó. "Le dije: 'Te lo doy yo", recuerda Lema, quien asegura que desde el primer momento recibió el pleno apoyo de su mujer y sus hijos. "Se lo dije cuando ya tenía la decisión tomada aunque es algo en lo que no permitiría injerencias y me apoyaron, incluso mi hijo me dijo: 'Y si un día tú lo necesitas, yo tengo dos riñones", explica este gallego, quien define esta donación "como la experiencia más maravillosa de mi vida, es muy gratificante ayudar a alguien que quieres". "Según pasa el tiempo, tengo claro que volvería a hacerlo", resalta Lema, que quita temores a quienes tengan dudas a la hora de tomar una decisión como la suya. "La gente me decía, ¿y si te pasa a ti algo en el riñón que te queda? Y yo les recordaba que la cirugía no tenía riesgos y que con medio riñón llega para filtrar todo", indica David Lema, quien se pone de ejemplo. "Fue una operación sencilla, al día siguiente ya estaba en casa y yo, que trabajo con barcos, a los veinte días ya estaba en un proyecto en África", sostiene.