Hay millones de razones por las que una persona puede tener la libido baja. A veces, la falta de deseo sexual se produce bien por estrés o bien por sufrir una depresión. La autoestima baja tampoco ayuda. En otros casos, el descenso del apetito sexual lo provocan las molestias a la hora de tener relaciones por sequedad y dolor en la zona genital, o simplemente el embarazo y el postparto. Y en otras muchas, puede deberse a la ingesta de medicamentos (que no tenemos más remedio que tomar).

Así, igual que existen fármacos que nos pueden ayudar a mejorar nuestra vida sexual, también hay otros que pueden convertirse en un enemigo considerable. Son fármacos cuyo consumo está extendido y que pueden provocar alteraciones diversas que abarcan desde la pérdida de deseo sexual hasta tener dificultades para excitarse o llegar al orgasmo. Estos son algunos medicamentos que pueden comprometer una vida sexual satisfactoria y plena.

Anticonceptivos

La píldora anticonceptiva oral tiene ventajas y desventajas. Puede ayudar a resolver la menstruación irregular o los períodos dolorosos o intentos, pero también podría afectar al deseo sexual debido a las mismas hormonas que se encargan de bloquear la posibilidad de embarazo, como reflejan distintos estudios. Aunque no es un efecto secundario habitual, los expertos aconsejan probar con distintas píldoras o directamente cambiar de método anticonceptivo.

Otro efecto secundario de estas pastillas es la sequedad vaginal, circunstancia que causa molestias a la hora de mantener relaciones sexuales y, por tanto, disminuye el apetito sexual.

Tratamientos hormonales

En el lado opuesto, el consumo de esteroides anabolizantes, corticosteroides y estrógenos influye de forma significativa en los niveles de testosterona y los andrógenos, que a su vez tienden a hundir la libido y generar dificultades para la erección. Entre los efectos que estos tratamientos pueden ocasionar en los hombres se incluye la atrofia testicular y la azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen).

Antihistamínicos

Ciertos antihistamínicos que se compran sin receta, como la difenhidramina y la clorfenamina, pueden afectar al desempeño sexual. No obstante, el efecto que tienen estos antihistamínicos normalmente no supera el día de duración, por lo que bastaría con tener cuidado con los horarios. Conviene saber que los compuestos citados pueden estar presentes en medicinas para el catarro o la tos.Antidepresivos

Aunque prácticamente todos los antidepresivos tienen efectos sobre la libido, los fármacos que más suelen interferir en las relaciones sexuales son los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). El más conocido es el Prozac. También el Zoloft. Al tomarlos, aumentan los niveles de serotonina, por lo que mejora el humor, pero€ disminuye el deseo sexual.

Los altos niveles de serotonina se relacionan también con la ralentización de la respuesta sexual y con el retraso e, incluso, la inhibición del orgasmo. Lo mismo puede aplicarse a relajantes y sedantes como el conocido Diazepam.

Antidepresivos tricíclicos

En esta categoría se incluyen, por ejemplo, Elavil, Tryptizol o Laroxyl, que se suelen recetar para tratar las migrañas o la ansiedad. La disminución de la libido sexual está entre sus efectos secundarios más comunes.

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Antiepilépticos

Los antiepilépticos o anticonvulsivos se recetan para tratar la epilepsia y, en algunos casos, el trastorno bipolar. El Tegretol es de los fármacos más conocidos para amortiguar los impulsos nerviosos y prevenir los ataques epilépticos. La otra cara de la moneda es que también pueden reducir las sensaciones placenteras, así como el propio orgasmo.

Fármacos para la hipertensión arterial

Este tipo de medicamentos baja la presión arterial, lo que en ocasiones provoca que el pene no se llene de sangre y, por tanto, que no se produzca la erección. Fármacos como los diuréticos tiazídicos pueden disminuir el deseo sexual, causar disfunción eréctil y reducir la lubricación vaginal.

Por su parte, los betabloqueantes, utilizados para la insuficiencia cardíaca o las anginas de pecho, también pueden afectar a la libido y generar alteraciones en la función eréctil.

Benzodiacepinas

Estos medicamentos, de los más extendidos para tratar la ansiedad y el insomnio, también afectan al rendimiento sexual. No obstante, los estudios al respecto no aclaran si es el fármaco el que provoca la disfunción o si es la ansiedad la que disminuye la libido.