El consejero delegado de la empresa que organiza el Mobile World Congress de Barcelona (GSMA), John Hoffman, aseguró ayer que ya trabajan en la edición del próximo año después de decidir cancelar la que iba a celebrarse en unos días ante las anulaciones de empresas debido al brote del coronavirus. "Anhelamos poder acoger a nuestros socios de todo el mundo aquí, en Barcelona, en 2021", señaló durante su intervención en la que aseguró que el congreso se anula por una causa de "fuerza mayor", lo que exoneraría a la organización de responsabilidades económicas por suspender una feria que se esperaba que generara un impacto cercano a los 500 millones de euros.

Hoffman dejó claro que no han tomado la decisión de cancelar el congreso a la ligera y que desgraciadamente la "única opción" que les ha quedado ha sido la de cancelar la edición del Mobile de este año, después de valorar celebrar un congreso más pequeño o posponerlo para más adelante. Pero vieron que la "gran mayoría" de asistentes no iban a participar en el Mobile 2020 y que era imposible predecir cuándo iba a ser posible volver a celebrarlo ante la alerta mundial por el coronavirus. Además agregó que, en el caso que se hubiera celebrado el Mobile, los congresistas igual tendrían que haber pasado por una cuarentena después de su participación, lo que hubiera afectado a las empresas. "Había una gran preocupación en alterar sus negocios, no solo ahora, también en el futuro", indicó.

Desde el Gobierno se lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a la población. La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, pidió "calma" sobre el coronavirus tras la cancelación del Mobile y recalcó que no hay razón para la alarma en el país. En declaraciones en la sede de la ONU, González Laya insistió en que la suspensión de ese evento "no ha tenido un origen sanitario" y dijo que el Gobierno está siguiendo en este ámbito todas las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Europea. "No hay ninguna razón para la alarma sobre la situación del coronavirus en España", defendió la titular de Exteriores.

Todo en el día en el que los españoles repatriados de la zona de Wuhan y que estaban aislados desde el pasado 31 de enero en un hospital de Madrid pudieron salir ya de la cuarentena. "Llegaron sanos y se van sanos", indicaban los sanitarios del centro hospitalario que recordaban que estos españoles dieron negativo en coronavirus en todas las pruebas.

Por otra parte, las autoridades sanitarias chinas informaron ayer de 15.152 nuevos casos confirmados en las últimas horas por infección por el virus, y un total de 59.804 casos desde el comienzo del brote. Las muertes se elevan a más de 1.300. El gran incremento no es porque haya más casos sino porque cambió el modo de contarlos. Ahora se computa cualquier persona con síntomas similares al virus en los exámenes pulmonares aunque no se conozcan las pruebas de laboratorio.