Ni de ciencias ni de letras, sino con un currículum académico enriquecido con materias de los dos ámbitos para cumplir con las nuevas exigencias del mercado laboral. Las firmas tecnológicas precisan expertos en arte, diseño, ética o pedagogía para sus proyectos e historiadores, filólogos o maestros no pueden dar la espalda a las ventajas y los cambios en su profesión que supone el mundo digital. Las empresas demandan titulados multidisciplinares, las universidades lo saben y por ello se han puesto manos a la obra para acabar con la rígida división entre carreras de letras y de ciencias. "Cada vez se demanda más a profesionales que puedan realizar diferentes funciones y con capacidad de adaptación. Por ello, en las nuevas titulaciones apostamos por una formación transversal", señala la vicerrectora de Planificación Académica e Innovación Docente de la Universidade da Coruña (UDC), Nancy Vázquez. "No se trata de profesiones del futuro sino ya del presente, se busca que los titulados tengan un conocimiento más transversal, multidisciplinar desde hace tiempo y es algo que ha llegado para quedarse", añade el coordinador del nuevo grado de Creación Digital, Animación y Videojuegos, Luis Hernández.

Las nuevas tecnologías son en gran parte las responsables de la revolución que han sufrido la mayoría de profesiones. "Hace unos años era inimaginable que un investigador de Historia tuviese que tener conocimientos en big data. La estadística es una herramienta imprescindible para titulados en Sociología o Políticas", señala Hernández, quien tiene claro que ya no se puede optar por el "binomio de ciencias o letras". Pero no solo las carreras o profesiones de la rama de letras tienen que reorientarse para adaptarse a las ventajas de las nuevas tecnologías. "La inteligencia artificial desarrolla herramientas que para que sean buenas y accesibles para todos precisan de la contribución de profesionales de la rama de humanidades como psicólogos o pedagogos. Google o Facebook buscan perfiles tecnológicos pero también necesitan a profesionales de arte, a diseñadores gráficos", añade la profesora de la UDC y presidenta de la Asociación Española para la Inteligencia Artificial, Amparo Alonso.

En la actualidad esta necesidad de combinar mundos hasta ahora aparentemente opuestos „profesiones de ciencias y de letras„ se cubre con la coordinación y el trabajo en equipo de titulados en grados de ramas diferentes, pero los expertos aseguran que el futuro pasa por hacer grados más flexibles, donde se combinen materias de diferentes ramas de conocimiento. El séptimo Informe Mundial sobre la Educación Superior de la Global University Network for Innovation, titulado Humanidades en la educación superior, generando sinergias entre Ciencia, Tecnología y Humanidades, incide en esta idea y asegura que urge poner fin a la clásica división entre ciencias y letras para "abordar los problemas de la sociedad de modo conjunto y desde múltiples perspectivas". Expertos de la UDC consultados le dan la razón. La vicerrectora de Planificación Académica, Nancy Vázquez, reconoce que "aunque la formación clásica no está de más y hay grados que están muy bien y cumplen las demandas de la sociedad", desde la entidad se apuesta por conocimientos más transversales en las nuevas titulaciones y en los grados abiertos que se estrenarán el próximo curso. "Nadie va a ser especialista en todo, pero se precisan perfiles más multidisciplinares", añade Hernández. "Hay que reorientar las carreras", sostiene Amparo Alonso.

¿Y qué medidas se llevan a cabo para difuminar la barrera entre carreras de ciencias y de letras? La primera, apostar porque los nuevos grados que se implantan sean más heterogéneos para responder a las demandas del actual mercado laboral y de uno futuro, todavía sin definir. "Hay que tener en cuenta que estamos formando a egresados que trabajarán en profesiones que aún no existen, con tecnología que no se ha inventado y que se enfrentarán a problemas todavía no identificados", resalta Vázquez.

Los últimos grados que se incorporaron a la oferta de la UDC — de Gestión Industrial de Moda, de Gestión Digital de la Información y Documentación y de Creación Digital, Animación y Videojuegos— ya cumplen con este perfil y combinan materias puramente de ciencias como programación con otras de letras o artes (dibujo y arte) o de la rama de ciencias sociales (gestión de empresa).Y en aquellas titulaciones ya existentes toca actualizar y reorientar su plan de estudios para adaptarse a los nuevos tiempos. "Normalmente los profesores investigadores ya suelen actualizar los contenidos y lo aplican en clase", explica Luis Hernández Cuando el cambio se quiere realizar en el plan de estudios, esto conlleva un proceso de acreditación. "Son los propios centros los que proponen cambios para ir avanzando en las necesidades del mercado", explica Vázquez.

Para los expertos,sin embargo, la ruptura de los bloques rígidos de ciencias y letras debe producirse ya en la etapa escolar. "Habría que dialogar con los niveles inferiores. Se mantiene un sistema rígido de forma que,por ejemplo, si vas por letras solo tienes matemáticas aplicadas y yo misma que soy filóloga, necesito las matemáticas en mi profesión y es algo que se les está negando", indica Nancy Vázquez. Luis Hernández también ve un déficit en matemáticas entre quienes vienen de letras en el instituto. "Se echa en falta más formación matemática en Bachillerato",señala este profesor de la UDC.

En esta línea, desde la Sociedad Científica Informática de España y la Conferencia de decanos de Ingeniería Informática demandan que los alumnos de Primaria a Bachillerato tengan la asignatura de Informática y que sea de carácter obligatorio. "Tener destrezas básicas en informática es una necesidad en la sociedad actual que se suma a otros conocimientos básicos como leer, escribir o realizar operaciones aritméticas", indican en un comunicado conjunto, en el que aseguran que desde Primaria habría que impartir conocimientos "básicos de programación, computadores, redes y datos". Desde la Asociación Española para la Inteligencia Artificial, Amparo Alonso, les da la razón. "Hoy en día internet y la informática es imprescindible. No se trata de que en Infantil aprendan a programar pero sí que se empiece a trabajar en el pensamiento computacional y lógico", explica y añade: "Y además así se acabaría con el sesgo de género porque menos de un 13% de matriculados en Informática son chicas". Un paso más para formar a profesionales del futuro cada vez más versátiles.