La asignatura de Religión gana adeptos entre los escolares gallegos de mayor edad. El número de alumnos que elige esta materia en Secundaria y Bachillerato se incrementó en un 17,6% en los últimos cinco años al pasar de los 57.605 matriculados en el curso 2015-2016 a los 67.745 actuales, según los datos de la Consellería de Educación. En Educación Primaria, sin embargo, la cifra de estudiantes que cursan la materia confesional cayó un 10,8% en ese mismo periodo.

El repunte en la matrícula de Religión católica coincide en el tiempo con los cambios que introdujo la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). La materia, al igual que ocurría con la anterior ley educativa, es obligatoria para los centros, es decir, todos los colegios deben ofertarla, pero voluntaria para los alumnos. La diferencia es que desde el curso 2015-2016 la nota de Religión vuelve a computar para la media del expediente académico.

El mayor incremento de alumnado se da en Secundaria: casi un 20% en cinco años. Si entre los cursos 2012 y 2014, bajó progresivamente el número de estudiantes que optaba por cursar Religión, la tendencia se invirtió a partir de 2015. Eso sí, en el último curso se matricularon 36 alumnos menos (56.199). Un ligero estancamiento que, sin embargo, no se aprecia en Bachillerato, donde la nota media es clave ya que de cara a la nota final para acceder a las carreras, el expediente académico cuenta un 60%, frente al 40% de selectividad. Los institutos gallegos pasaron de 10.532 estudiantes que elegían Religión en 2015 a los 11.546 actuales, un 11,5% más y un 6% más si se compara con el curso pasado.

En la actualidad, la asignatura de Religión es optativa para los alumnos. En el caso de Bachillerato forma parte de las materias específicas „de las que hay que cursar un mínimo de dos y un máximo de tres„ y compite con otras materias como Anatomía, Dibujo Artístico, Lenguaje Musical o Cultura Científica. Desde algunos sindicatos como CIG- Ensino llevan años denunciando que la configuración de algunos currículums hace que en la práctica alumnos que quieran estudiar Robótica tengan también que matricularse en Religión ya que es la única que le permite completar la carga horaria que fija la ley. En el caso de ESO hay que elegir entre Religión o Valores Éticos y la seleccionada se estudiará en los cuatro cursos de la etapa.

Los datos de la Xunta revelan que pese a que más de 185.200 alumnos gallegos estudia Religión católica, la cifra ha bajado en el último lustro. Hay unos 8.000 alumnos menos que hace cinco años y el grueso de la caída se concentra en Primaria. Pese a que es la etapa educativa con más matriculados (84.492 este curso, frente a 32.989 en Infantil), el número de alumnos cayó casi un 11% en ese periodo.

Además, los datos de Educación revelan que se produce un gran cambio cuando los niños pasan al instituto. El número de matriculados se reduce un tercio (-33,4%) al pasar de Primaria a ESO y el descenso se dispara hasta un 86% si se comparan el número de alumnos en Primaria (más de 84.400) y los de Bachillerato (11.546). La misma tendencia se observa en otras religiones. Los datos de la Xunta indican que este curso hay 1.531 alumnos matriculados en Religión Evangélica, la mayoría en Primaria (908) y la cifra cae hasta los solo 218 de Secundaria y los 64 de Bachillerato. En Infantil son 341.

Del total de matriculados, seis de cada diez opta por una materia religiosa y un 37% por alguna de sus alternativas: 25.918 por Atención Educativa, 50.355 por Valores sociales y cívicos y otros 36.632 por Valores Éticos, según los datos del Gobierno gallego.