Los índices de lectura en España han mejorado más de ocho puntos porcentuales desde el año 2010, si bien aún hay un 31,5% de personas que no lee libros nunca, según recoge el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2019 elaborado por la Federación de Gremios de Editores.

Así, el informe recoge que el porcentaje de personas que leen libros es de un 68,5%, frente al 60,3% de 2010, con una media lectora de once libros al año (casi un libro al mes). No obstante, esta cifra incluye a aquellos que deben leer por trabajo o estudios.

Atendiendo únicamente a los que leen en su tiempo libre, los porcentajes descienden, si bien se mantiene la tendencia de incremento de otros años. En este sentido, los lectores de un libro al menos una vez al trimestre están en 62,2% -57% en 2010-, en contraste con el 37,8% de la población que continúa sin leer libros.

Respecto a los motivos que llevan a no leer en el tiempo libre a los encuestados, el director del barómetro, Óscar Chicharro, ha calificado como "preocupante" que un 29,4% declare que 'no le interesa'. Por el contrario, casi la mitad (un 49,1%) reconoce que no lo hace por 'falta de tiempo', mientras que un 24,2% afirma que 'prefiere emplear su tiempo libre en otros entretenimientos'.

El perfil del lector frecuente en España es el de mujer, universitaria, de área urbana y con 55 años o más, tal y como señala el Barómetro, elaborado con el patrocinio del Ministerio de Cultura y Deporte. De hecho, las mujeres presentan un mayor porcentaje de lectoras de libros en tiempo libre que los hombres en todos los grupos de edad del estudio.

El estudio pone de relieve otros datos, como el crecimiento moderado del porcentaje de libros en soporte digital, hasta el 29,1%, donde la descarga gratuita sigue siendo la principal opción para obtener el libro.

Además, un 3% de la población escucha audiolibros. Para el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, el "objetivo es leer y no el soporte en el que se plasma: hay que ser capaces de conciliar la existencia de varios formatos".

En cualquier caso, dentro de los lectores digitales, un 54,7% reconoce descargar los libros electrónicos gratuitamente, de entre los cuales más de la mitad "saben perfectamente cuando la descarga no es legal". De cada diez libros descargados, 7,7 son gratuitos y 2,3 son de pago.

El informe también destaca que hay seis comunidades autónomas por encima de la media lectora -con Madrid a la cabeza- y que los niveles lectores caen a partir de los 15 años. Asimismo, aumenta ligeramente la proporción de compradores, hasta un 62,6%, y el número de libros comprados -11,5-, siendo las librerías el lugar habitual de compra para un 67,5% de las personas.

Las bibliotecas, con notable alto

El presidente del gremio de editores, Miguel Barrero, ha celebrado este crecimiento, aunque señalando "las dos poblaciones de mejora" -lectores ocasionales y los que nunca lo hacen- como puntos clave para futuras políticas y planes. "Donde más se lee es en los colegios y quizás lo que hay que evitar son lecturas rápidas y hacer un plan con más inteligencia", ha explicado.

La nota media otorgada por los españoles a su biblioteca habitual es de notable alto (8,3), acudiendo un 26% de los encuestados de manera 'frecuente'. Por último, en el apartado de iniciación a la lectura, en ocho de cada diez hogares con menores de 6 años se lee a estos niños -y un 86,6% de los niños de 6 a 9 años leen libros no de texto-.

La lectura, "un asunto de Estado"

La directora general del Libro, María José Gálvez, ha anunciado una reunión la próxima semana con representantes de las Comunidades Autónomas para abordar "sinergias y coordinación" en torno a planes de fomento de lectura -once comunidades se encuentran por debajo de la media lectora en España-. Además, ha destacado que desde Cultura se está "haciendo especial hincapié" en buscar un aumento de partidas para la lectura en los próximos Presupuestos Generales.

Por su parte, el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, ha instado a mejorar los índices de lectura porque se trata de "un asunto de Estado". "Leer nos hace más críticos contra la demagogia y el populismo. La lectura favorece que pensemos por nosotros mismos y se sitúa en la línea de igualdad de oportunidades", ha resaltado.