Con 18 años Ana Rodríguez ya se enfrentaba a las llamas de un incendio forestal. Su timidez y humildad ocultan a una joven llena de arrojo y fortaleza para la que no existen más limitaciones que las de su voluntad y que día a día rompe todo tipo de prejuicios y tópicos. Esta vecina de Sobrado de 26 años fue jefa de brigada contra incendios forestales en su concello y en 2019 entró en la base de Arca (O Pino), en la demarcación forestal de Arzúa de la Xunta.

¿Cómo decidió dedicarse a apagar incendios?

Tengo un tío que es peón forestal y de niña le oía hablar de su trabajo y me llamaba mucho la atención lo que contaba. Y luego mi hermano también estuvo de forestal. Yo acabé el bachillerato y le dije a mi madre: 'me voy a apuntar a la brigada de Sobrado'. Me dijo 'no, no, estás loca, que no vales para eso, vas a dejar quedar mal a la brigada' ... A mi novio tampoco le gustaba. Pero fui, era 2013, y me encantó, me gustó muchísimo. Con este trabajo ayudas a las personas y a proteger la naturaleza, el extraordinario paisaje gallego, y a los animales. Fui peón tres años y me saqué el ciclo superior de forestal y al tener el título ya fui jefa de la brigada de Sobrado otros tres años. Y en junio del año pasado estaba apuntada en las listas de la Xunta y fui seleccionada para una brigada como fija discontinua en Arca, trabajas seis meses. La base está ahí, pero si hay un incendio muy grande te desplazan, he estado incluso en O Xurés extinguiendo fuegos. Mi sueño es conseguir la plaza de agente, estoy preparando la oposición.

¿Qué tal lo llevaron sus compañeros con una jefa mujer?

En todas las brigadas que he estado he sido la única mujer. Salvo algún detalle al principio, después con el tiempo, sin ningún problema, con todos genial. Y en la base en Arca somos tres brigadas y la relación con todos es espectacular, nunca he tenido ningún desprecio, nada.

¿Recuerda su primer fuego?

Estaba muy nerviosa. Fue un incendio de noche en Sobrado y oías todos los mensajes por las emisoras, era confuso. Aquella primera vez estaba con compañeros de mi hermano y me ayudaron y me dieron una tranquilidad, y ya se me pasaron los nervios. Yo entonces tenía 18 años.

¿Alguna vez ha tenido alguna situación de peligro?

Por ahora no. A veces, cuando cambia el aire, vives situaciones de riesgo, tienes miedo a quedarte rodeado. Mi hermano me dio un consejo: 'ten mucho cuidado con los incendios de noche, por los agujeros que puede haber en el suelo y no ves'. Y vas cargado con el equipo, el traje, la mochila, las botas, la manguera. Él se llevó algún susto, era forestal cuando fue la ola de incendios tan grande que hubo en 2006, fue terrorífico. Un día llegó a casa y no le reconocí, de tanta ceniza que tenía encima.

¿Qué da más temor, un incendio o un rally ?

Los rallies, en los incendios me veo más segura.

¿Cómo llegó a ser copiloto?

Empecé en 2013, más o menos, al conocer a mi novio que es un gran aficionado, me metió el gusanillo y ahora estoy enganchadísima. Es mucho gasto para seis carreras al año pero es algo que entusiasma... Hacemos el reconocimiento, apunto en la libreta y luego le canto las curvas. Una vez en el Rally de la Ulloa teníamos las notas un poco subidas y en una derecha seis en ras fondo, volcamos, fue un golpe muy grande, estuvimos un tiempo parados. En 2018 ya cogimos una nueva montura, tenemos mejor coche. Corremos sobre todo en nacional, el rally de Ferrol, el Rías Altas... Ahora vamos a ir a Asturias y a León.

Y coger el volante, pasar a ser la piloto, ¿para cuándo?

Lo pensé y de hecho compré una carrocería, está aún sin montar. No hay para todo y además quiero tener otros hobbies, no quiero hacer las cosas a medias.

Cada vez se avanza más en igualdad y ejemplos como el suyo son los que suman.

Si algo te gusta, no puedes hacer caso a lo que digan, no hagas caso si te dicen que no puedes, que es de hombres, que no es para ti. La mujer puede hacer lo que quiera, yo puedo hacer este trabajo que me encanta, me moría de alegría cuando me llamaron de la Xunta, y al mismo tiempo me gusta muchísimo la moda, por ejemplo.

Si le llamasen, como voluntaria, para ayudar a sofocar incendios tan pavorosos como los de Australia, ¿iría?

Por supuesto, sin duda. En Galicia se debería controlar un poco el eucalipto, entiendo que ayuda a muchas familias, pero es una especie muy pirófita y está cambiando mucho el paisaje de Galicia.