La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró ayer, ante la propagación del coronavirus con origen en China, que "es el momento" para que el mundo se "prepare" para una potencial epidemia global, una pandemia. En el día en que la OMS hizo esta advertencia, con la psicosis desatada en Europa por el foco de Italia „siete muertos y 229 contagios„, un turista italiano en Tenerife dio positivo en el virus, lo que elevaría a tres los afectados en España después del turista alemán que pasaba las vacaciones en La Gomera y un británico residente en Mallorca. Todos contrajeron el virus fuera del país.

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias informó ayer de que se ha activado el protocolo establecido por coronavirus tras confirmar que un ciudadano italiano, que pasaba sus vacaciones en el municipio de Adeje, ha dado un primer positivo en las pruebas por coronavirus realizadas ayer en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria. El protocolo establece la obligatoriedad de realizar unas segundas pruebas en el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. El ciudadano se encuentra aislado y bajo control sanitario.

El número de contagios por el coronavirus continúa creciendo en Corea del Sur, Irán e Italia. Por eso la OMS considera que ha llegado el momento para afrontar esta enfermedad como una pandemia. Corea del Sur, con 800 contagiados y ocho muertos, es el segundo lugar más afectado después de China, mientras que en Irán ya hay 12 muertos y 64 afectados; en Italia hay contabilizados más de 229 contagios y el número de muertos asciende a siete. Desde la OMS recordaron ayer, eso sí, que el porcentaje de fallecidos oscila entre el 2 y el 4% en la zona de Wuhan (origen del virus) y es del 0,7% fuera de esta región.

La expansión del coronavirus fuera de China y la intensidad de la epidemia en Italia, una de las grandes economías europeas, castigó ayer a las bolsas de todo el mundo, en especial a la de Milán, hundió el precio del petróleo, y desplazó la inversión hacia activos refugio como el oro o la deuda soberana de países saneados.

Las cifras de contagios fuera de China, que cuenta ya 77.150 afectados y 2.592 muertos, son aún bajas en otros países pero preocupan a la OMS, que anunció ayer que va a enviar misiones científicas a Italia e Irán con la intención de ayudar a sus autoridades a poner en marcha las medidas de contención necesarias. Hace dos semanas que una misión de la OMS llegó a China para estudiar la epidemia y evaluar las medidas tomadas por el gigante asiático.

El jefe de la misión, el epidemiólogo canadiense Bruce Aylward aportó una valoración positiva de la actuación: "No hay dudas de que la actitud de China ante la rápida propagación de este nuevo patógeno respiratorio ha cambiado el rumbo de lo que era, y sigue siendo, una epidemia que se expandía rápidamente y que era mortal". "Son probablemente las medidas de contención de enfermedad más ambiciosas, ágiles y agresivas de la historia", agregó este experto.

Ante la falta de vacuna, el aislamiento ha sido hasta ahora el medio más recurrente y expeditivo de frenar el contagio. En Italia, desde el domingo hay en cuarentena once comunidades, diez en Lombardía y una en Véneto, lo que afecta a cerca de 50.000 personas. Es la llamada zona roja de Italia, donde se han producido los dos brotes de contagio y a la que han llegado centenares de agentes de las fuerzas del orden para vigilar las vías de acceso; la violación de este decreto supondría multas y hasta tres meses de cárcel. En esta línea se han cerrado escuelas y universidades, suspendido eventos deportivos, las actuaciones en el teatro de La Scala en Milán o incluso el famoso Carnaval de Venecia.

El miedo al contagio provoca también reacciones de los países vecinos. Austria suspendió durante varias horas el tráfico ferroviario con Italia por el aviso de que unos viajeros se encontraban mal.