La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo ayer un llamamiento a autoridades y empresas para "resistir a las presiones" y evitar entrar en una espiral de pánico y alarmismo por la expansión del coronavirus. Así lo planteó la directora de Salud Pública de la OMS, la española María Neira, quien ha considerado que adoptar medidas como el cierre de museos o cancelar ferias y eventos multitudinarios contribuyen a generar una percepción del riesgo superior al que existe en realidad.

"No hay que banalizar, pero tampoco entrar en una situación de pánico (...) Desde la OMS estamos muy preocupados por los efectos colaterales que están afectando a la economía y la sociedad, generando miedo y angustia", advirtió.

Durante su intervención en el Congreso de Desarrollo Sostenible organizado por la patronal del gran consumo Aecoc y la de la industria alimentaria (FIAB), Neira alertó de que acabar con esa "espiral" es clave para evitar que se colapse el sistema hospitalario con más pacientes de los que puede recibir. "Ya sabemos que el 80% de las personas que entran en contacto con el virus no tendrá apenas síntomas, que tiene una tasa de mortalidad del entorno del 0,7%, que ya hay países que han tenido casos y que ya no han registrado más", enumeró.

Como ejemplo de prácticas a evitar, citó el cierre del Museo del Louvre en París „"los mismos empleados preocupados por el coronavirus se seguirán desplazando en metro"„ o la decisión de cancelar eventos con más de 5.000 personas „"pero con 4.500 sí que se permiten"„. "Hay que aguantar la presión mediática y política y tomar sólo medidas con una base científica", insistió Neira, quien recalcó que de lo contrario el nivel de alarma aumenta y se genera un torrente de reacciones en cascada. En su opinión, el coronavirus ha tocado una "fibra sensible" en la sociedad, pero "se calmará", y defendió la actuación, hasta el momento, de las autoridades sanitarias españolas.

Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, mostró "preocupación" por la "grave y creciente" escasez de suministros de equipos de protección personal sanitario, como guantes, mascarillas, respiradores, gafas, protectores faciales, batas y delantales. La OMS atribuyó esta falta de material al "aumento de la demanda, el acaparamiento y el mal uso". Según Tedros, esta situación podría "comprometer" la capacidad de respuesta de los países contra el coronavirus. La escasez, advirtió, "está dejando a los médicos, enfermeros y otros profesionales sanitarios peligrosamente mal equipados para cuidar a los pacientes". "No podemos detener el coronavirus sin proteger a los trabajadores de la salud", proclamó durante la rueda de prensa diaria de la OMS sobre el coronavirus.

Tedros aseguró que los precios de las mascarillas quirúrgicas se han "sextuplicado", los de respiradores N95 "se han triplicado" y las batas "cuestan el doble" a nivel mundial. Asimismo, indicó que los suministros "pueden tardar meses en llegar", la manipulación del mercado "está muy extendida" y las existencias "suelen venderse al mejor postor".

La OMS estima que cada mes se necesitarán 89 millones de mascarillas médicas para la respuesta contra el coronavirus, 76 millones de guantes y 1,6 millones de gafas. En este contexto, considera que los suministros de equipo de protección personal deben ser aumentados "un 40%".