El Gobierno aprobó ayer el proyecto de Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe) que iniciará su tramitación ahora en el Congreso. La ministra de Educación, Isabel Celaá, señaló que esta norma es "la primera pieza y piedra angular para una profunda transformación del sistema educativo, ambiciosa, exigente, de largo alcance y responsable con los menores y su futuro". Además destacó que el objetivo es que "no se pueda segregar a ningún niño por razones socioeconómicas u otras causas". Sin embargo, Podemos, socio del PSOE en el Gobierno, ya ha anunciado enmiendas para que el Estado no financie a los colegios que segreguen por sexo.

Y el PP ya ha mostrado su rotunda oposición al texto. Hasta el punto de que los populares anunciaron que llevarán al Congreso un texto alternativo a la ley, tal y como avanzó ayer la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. En su opinión, la ley Celáa "perpetúa el fracaso escolar", "socava los elementos comunes de la enseñanza" evitando las evaluaciones comunes para todo el país (las llamadas reválidas" y "limita la elección de centro de los padres".

El exministro de Educación José Ignacio Wert, impulsor de la actual normativa educativa que ahora quiere enmendar el Gobierno, calificó la reforma de "contrarreforma". "El Gobierno de Pedro Sánchez tiene una visión dogmática y trasnochada del sistema educativo e incorpora medidas que bordean lo cómico", censuró.

La Xunta se mostró más prudente en su opinión sobre la nueva ley educativa, pero ha criticado la tramitación "excesivamente apresurada" de la Lomloe. La conselleira de Educación, Carmen Pomar, echa en falta que no se hayan retomado los trabajos del Pacto Educativo que ya apuntaban a "puntos de consenso" entre las comunidades autónomas y el Gobierno del Estado".

La aprobación del proyecto de reforma educativa dejó una sensación agridulce entre los representantes sindicales del profesorado gallego por la falta de profundidad y de diálogo y la ausencia de consenso que permita cortar la sucesión de nuevas normas educativas en cada cambio de Gobierno.

La CIG echa en falta que no se termine con los conciertos a colegios que segregan por sexo. CCOO critica que Religión se mantenga en el currículum educativo. UGT cree que la tramitación de la norma ha sido "apresurada" y no es suficiente para el consenso. Por su parte, Julio Díaz, de ANPE, asegura que esta ley está "abocada al fracaso" porque carece de memoria económica y falta un pacto que dé solución a la sucesión de leyes educativas.