El sector del feminismo que aboga por la abolición de la prostitución calificó de "disparate" la futura ley trans y criticó el anteproyecto de ley de libertad sexual, porque no ha tenido en cuenta la prostitución y la pornografía, que, según denuncian, son "las mayores expresiones de violencia sexual". Así lo manifestaron representantes de este sector ayer en la presentación de su manifiesto para el 8-M en Madrid, donde aseguraron que el movimiento feminista "no puede convertirse en un cajón de sastre" en el que "el sujeto sea la diversidad".

Victoria Sendón, activista de la organización Nación Mujeres, recordó que, aunque las feministas son "solidarias" con cualquier tipo de corriente que implique la liberación de las personas, hay algunos movimientos que "se quieren subir al carro de un movimiento que ahora mismo es exitoso". La plataforma se mostró contraria a la aprobación de una ley trans „anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su discurso de investidura„ ya que asegura que "no se puede hacer de esta manera" y que habría que consultar al movimiento feminista para "tener en cuenta su experiencia". En este sentido, expresó su coincidencia con la posición defendida por Lidia Falcón, presidenta del Partido Feminista, que fue expulsada de IU a petición de los colectivos trans, por su oposición permitir por ley las terapias para el cambio de sexo en menores sin un informe psicológico previo.

El sector abolicionista también criticó el anteproyecto de ley de violencias sexuales, por no haber tenido en cuenta la prostitución y la pornografía, que son "las mayores expresiones de violencia sexual". "Los prostíbulos están abiertos todos los días delante de nuestras narices", denunció Sendón, quien consideró que este hecho supone una "violencia y una humillación" hacia las mujeres.

Por su parte, Sonia Lamas, portavoz del Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales, recordó que alrededor del 80% de la violencia sexual se produce "en los senos más cercanos a los ámbitos familiares", y no solo en ámbitos donde hay alcohol o en callejones oscuros. El manifiesto del sector abolicionista incluye "reivindicaciones urgentes" como el fin de la violencia contra las mujeres, que calificaron de "terrorismo machista", o el reconocimiento de la prostitución como violencia machista.