Varias decenas de personas permanecen sepultadas bajo los escombros, tras el derrumbe, en la localidad oriental china de Quanzhou, de un edificio que servía de centro de cuarentena para prevenir la propagación del coronavirus. La prensa estatal informó de que al menos 38 personas fueron rescatadas mientras que en torno a 70 se encontraban en el interior del edificio en el momento del suceso. El edificio accidentado pertenece al Hotel Xinjia que había sido adecuado como centro de observación para contactos cercanos de enfermos de neumonía Covid-19. China ha levantado hospitales en tiempo récord y ha habilitado edificios con otros usos, como los grandes centros hosteleros y deportivos con capacidad suficiente, para frenar la propagación del coronavirus.