El Gobierno italiano prohibirá las entradas y salidas de la región septentrional de Lombardía y a otras 11 provincias cercanas como una de las nuevas medidas para limitar la difusión del coronavirus que ya ha causado 233 muertos y 5.061 infectados en todo el país.

Esta medida, que puede afectar a unos 16 millones de personas, se contempla en un decreto que se está discutiendo actualmente en Consejo de ministros y que filtraron los medios de comunicación italianos.

Las otras provincias que se han convertido en zona roja son Parma, Piacenza, Reggio Emilia, Módena, Rímini, Pésaro, Urbino, Venecia, Padua, Treviso, Asti y Alessandría.

El decreto también establece el cierre de todos los gimnasios, piscinas y centros termales en las áreas recién mencionadas, así como museos, centros culturales y estaciones de esquí, mientas los centros comerciales deberán estar cerrados los fines de semana y también se extiende la clausura de los colegios hasta el 3 de abril.

Se suspenden además todos los eventos, tanto en lugares públicos o privados, incluidos los de naturaleza cultural, recreativa, deportiva y religiosa y por tanto se cancelan las ceremonias de boda civiles y religiosas y los funerales.

Mientras, se mantienen abiertos los restaurantes y bares, con la obligación de preservar la distancia de seguridad de un metro entre las personas.

El aislamiento de estas zonas se sumará a la de los diez municipios lombardos y el pueblo de Vo Euganeo (en la vecina región del Véneto), donde cerca de 50.000 personas están en cuarentena desde hace 15 días.

Los fallecidos en Italia por el coronavirus son 233, lo que supone 36 más que en el viernes, mientras que se ha incrementado 1.145 los infectados que alcanzan los 5.061, según los últimos datos proporcionados por el jefe de la Protección Civil, Angelo Borrelli. En Lombardía se registran 2.742 casos, de ellos, 1.661 están hospitalizados y 359 en cuidados intensivos, lo que está causando enormes problemas al funcionamiento sanitario de la región.