Galicia cuenta con más de 30.000 entidades singulares de población. La dispersión geográfica tan característica de la comunidad gallega, que en muchos asuntos supone una desventaja, en esta ocasión es un plus para lograr la contención del coronavirus. "La distribución geográfica es un factor clave. La incidencia es mayor con una densidad demográfica alta, de ahí que los focos o la mayor incidencia se encuentre en las ciudades. Para Galicia, la población dispersa es una ventaja", expresa Carlos Ferrás, profesor de Geografía Humana y experto en Demografía de la Universidade de Santiago (USC).

Si se observa la evolución del Covid-19 en España hasta el momento, teniendo en cuenta la tasa de contagiados por cada 100.000 habitantes, Galicia ocupa el quinto puesto por la cola, con un 7,2. Por debajo estarían Andalucía (5,2), Canarias (5,1), Murcia (4,8) o Baleares (2,4). Todas ellas lejos del 53,2 de Madrid, con la tasa de contagiados más elevada, seguida de País Vasco (28,5), Navarra (28) o Castilla-La Mancha (19,7).

Evitar las aglomeraciones y mantener las distancias entre personas son directrices que han calado en la ciudadanía con la alerta sanitaria. La distribución geográfica gallega es una ventaja para intentar frenar la expansión del virus, pero el comportamiento es distinto en áreas urbanas, semiurbanas y rurales. El mayor número de contagios en Galicia, con mucha diferencia, sigue estando en las ciudades. No obstante, los movimientos de personas durante los primeros días de la crisis han sido un factor desestabilizador en la contención del virus: tanto el traslado a Galicia desde otras comunidades como Madrid (más afectadas por el Covid-19) como los viajes dentro de la propia comunidad, normalmente desde las ciudades hacia zonas con menor densidad poblacional, como pueblos o aldeas. La vulnerabilidad de Galicia es baja en un contexto natural, si bien el propio presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, expresaba ayer que los "movimientos de los últimos tres días" pueden haber afectado.

"En situaciones de este tipo (en una fase inicial) es normal que la gente se marche de la ciudad hacia el campo, hacia el rural. Ha pasado muchas veces en la historia, sea por pandemias, conflictos bélicos o contextos vinculados a la subsistencia", expresa el profesor Ferrás. En este caso se trataría de personas que regresaron en los primeros momentos a su lugar de origen (como pasó de ciudades grandes a ciudades o núcleos más pequeños), a lugares en donde tienen su hogar familiar o una segunda vivienda. En todo caso, Ferrás lo vincula a una situación de mayor protección (teniendo en cuenta que el mayor número de contagios está en áreas urbanas) y también a las posibilidades de la economía de subsistencia. En las aldeas son muchos los hogares con los productos básicos asegurados, "digamos que permite una mayor independencia", añade el experto. Ferrás incide en la necesidad de seguir las instrucciones de las autoridades, de evitar aglomeraciones y contactos entre personas, independientemente de la ubicación de cada individuo.

Expertos de la Universidad Rovira i Virgili (Cataluña) han elaborado un mapa de riesgo de propagación del coronavirus por contagio comunitario en España. En él se percibe, por colores, las zonas de mayor riesgo de contagio: Comunidad de Madrid, País Vasco, Navarra y algunas áreas de Comunidad Valenciana y Extremadura. En el municipio de Madrid el indicador es de 0,04159%. Galicia está en las regiones con menor riesgo de propagación. Por ciudades, A Coruña ocupa el primer lugar en riesgo, con un indicador del 0,00752%, seguida de Santiago (0,00188%), Ourense (0,00180%), Lugo (0,00142%), Vigo (0,00090%) y Pontevedra (0,00124%), en términos municipales.