Los alumnos que cursan 2º de Bachillerato afrontan la selectividad como una carrera de fondo que les exige prepararse desde el primer día de curso, una tensión que no solo perciben los estudiantes, sino también los docentes. Para el catedrático de Historia en el IES Nosa Señora dos Ollos Grandes de Lugo, Javier Gómez Vila, 2º es el curso "más difícil" y los jóvenes "se dejan la piel". A eso hay que sumarle, señala este docente, la "incertidumbre" que la suspensión de clases ha provocado entre los jóvenes. María, Irene o Raquel, estudiantes de Vigo, lo reconocen así y quieren saber qué ocurrirá. Porque hay "muchos rumores", que si va a aplazarse, que si solo va a contar la nota de Bachillerato, que si se podría reducir temario... Frente a las especulaciones reclaman "información" clara y urgen soluciones cuanto antes. Raquel García lo verbaliza: "No nos informan de nada. Nosotros estamos aquí, intentando sacarnos lo que nos queda, pero es difícil".

Hoy podría ser el día en que sus dudas reciban respuesta. Está prevista una reunión telemática del Ministerio de Educación con las comunidades autónomas y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en la Comisión General de la Conferencia de Educación y el principal asunto del día será precisamente la ABAU. Según explicaron fuentes gubernamentales a Europa Press, se discutirá la posibilidad de posponer la prueba. La Xunta trasladaba ayer a este diario que es "partidaria de un aplazamiento". El Gobierno baraja ya diferentes fechas para reubicar los exámenes si la suspensión se prolonga más allá de los 15 días, un escenario que el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, daba ya ayer por hecho.

Las mismas fuentes detallaron que si la cuarentena impuesta por el decreto de alarma se ampliase más allá de finales de marzo, el Gobierno contempla retrasar un mes las pruebas y no se descartan fechas más alejadas si no remite la crisis. El presidente de la CRUE, José Carlos Gómez, admitía, en "el peor escenario posible", llevarla a septiembre.

Retrasar la prueba es una solución que ven con buenos ojos los docentes y estudiantes como Irene Barros, que cursa 2º de Bachillerato en el IES República Oriental do Uruguai, en Vigo, aunque preferiría que no hubiera que llegar a septiembre.

Raquel García, del mismo centro, cree que en el colectivo "la mayoría" prefiere optar por "suprimir temario", una percepción que comparte desde el IES Rosales 2 María Louro, aunque todas ellas reconocen que sería complicado ver qué temas se eliminan de la evaluación.

Porque, explican, hay centros que comienzan el temario por el principio, mientras que otros prefieren ir primero a los más difíciles. Por ello, María concede que sería "más efectivo" un aplazamiento. Lo que suscita el rechazo de estas tres preuniversitarias, y tampoco es una solución que los docentes consideren para el problema, es, como plantea por ejemplo el Sindicato de Estudiantes que se suspenda la ABAU y que, de forma excepcional, funcione como nota de corte la media de Bachillerato.

Para María, en la ABAU "es donde se demuestra quién está preparado y quién no y es una forma de competir más justa". Para Javier Gómez es una oportunidad más para que los jóvenes suban nota.

Este profesor lucense percibe "bastante preocupación" entre el alumnado. "Porque los estudiantes tienen muchísima presión. Tienen presión de los padres, tienen presión de los profesores, tienen que sacar una nota, y cualquier cosa que desvirtúe ese camino, los pone nerviosos", asegura. Raquel, María e Irene lo confirman, y a esa preocupación se suman otras, como el "montón" de exámenes programado para estos días y que no saben cómo se articulará al volver, incluidas las recuperaciones.

Directivos de un centro urbano defienden que, al margen de la decisión que se tome, tanto alumnos como profesores gallegos están "preparados" para afrontar la situación y que la tecnología es una aliada „aunque en la práctica tenga sus dificultades en materias que exigen explicación, como Matemáticas, señala una alumna„. "La formación del profesorado gallego está a nivel suficiente para afrontar lo que venga y siempre buscar lo mejor para el alumnado", aseguran esas fuentes directivas.

Respecto a la información que reciban hoy los jóvenes, confían en que sean lo menos lesivas posible para sus intereses y les ayuden a centrar sus esfuerzos, como señala María, que quiere hacer Medicina, y recuerda que Biología pondera más que una troncal, o, en cuestiones que ahora parecen más banales, pero que preocupan a los jóvenes, de cara a "organizarse", como los viajes de fin de curso.

La decana de Ciencias de la Educación de la Universidade de Santiago, Carmen Fernández-Morante, presidenta de la conferencia de decanos de Educación de España, sostiene que "estamos en un momento excepcional que va a requerir medidas excepcionales". A su juicio, lo importante es que el sistema esté "a la altura" y se garantice que el alumnado pueda ser evaluado de forma "rigurosa y justa". Concede que a los alumnos el proceso "va a requerirles grandes dosis de resiliencia y autogestión de tiempos, tareas y emociones, así como mucha disciplina personal y constancia". "Debemos ser muy claros con ellos y realistas para no generar más incertidumbre y debemos adoptar decisiones que les den seguridad y viabilidad en estos momentos", defiende. El profesorado, sostiene, contribuirá a que desarrollen las competencias necesarias.